Globalización no es libre mercado

Oct 9 • Actualidad • 21972 Views • 36 comentarios en Globalización no es libre mercado

Carson resume bien el por qué en su Organization Theory (p. 95):

Un rasgo central de la política económica de posguerra, como se refleja en las agencias de Bretton Woods, ha sido la intervención estatal para garantizar mercados a la producción de la industria americana y salidas rentables al capital excedente. El Banco Mundial fue diseñado para subvencionar la exportación de capital al Tercer Mundo, financiando las infraestructuras sin las cuales no podrían establecerse las instalaciones de producción occidentales en estos países. De acuerdo con la afirmación de Gabriel Kolko para 1988, casi dos tercios de los préstamos del Banco Mundial, desde su creación, se han dedicado a infraestructuras de transporte y electricidad.

Por cierto, no os perdáis el reciente (y breve) debate entre él y Benjamin Powell alrededor de las fábricas del Tercer Mundo. En este punto, la miopía de los liberales vulgares me parece preocupante: la única duda razonable que puede arrojar el análisis mutualista es que la intervención pro-corporaciones del Estado se compense por la intervención fiscal y reguladora. Sin embargo, en el contexto internacional los países en desarrollo compiten entre sí de forma evidente por atraer al capital extranjero: dedican áreas libres de impuestos a la inversión occidental, construyen infraestructuras de transporte y electricidad, expropian a los campesinos, gravan la agricultura para financiar a la industria, subvencionan sectores o plantas «estratégicas» y persiguen a sangre y fuego a los trabajadores organizados. (Sin mencionar la intervención de los países occidentales para respaldar a «sus» propias empresas en el extranjero).

En términos cuantitativos salta a la vista que el modelo de corporaciones como Nike o Zara es inviable sin la intervención del Estado. No se me ocurre una sola razón para resistirme a la conclusión obvia: que un sistema de laissez-faire contaría con empresas más pequeñas, en muchos casos propiedad de sus trabajadores (y en otros, con salarios y niveles de empresarialidad más altos), ideadas para servir a mercados locales, empleando tecnologías intermedias y pasando de un producto a otro en función de los vaivenes de la oferta y la demanda.

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36 Responses to Globalización no es libre mercado

  1. Alberto dice:

    > En términos cuantitativos salta a la vista que el modelo de corporaciones como Nike o Zara es inviable sin la intervención del Estado.

    Y mucho. Ya no sólo por cuestiones de racionalidad económica (esas grandes corporaciones sin la ayuda del Estado serían como mastodontes con pies de barro) sino por temas también sociales y sindicales. Si hay menos intervención del Estado, también eso implicaría que los sindicatos no recibirían subvenciones lo que favorecería el crecimiento de sindicatos más combativos como la IWWW en Estados Unidos o la CNT en España. En ese punto, esos sindicatos tendrían una capacidad para presionar a esas corporaciones muy grande para conseguir sueldos más altos, más vacaciones, etc.

  2. Libertad Primero dice:

    Sobre la obsesión con las corporaciones:
    1. Esta bien que todos terminen asumiendo sus costos
    2. Pero todos resultamos a la vez beneficiados y perjudicados por el estado en algo
    3. La legitimidad de una empresa en la actualidad está más bien determinada en su accionar pacífico de ganarse el mercado
    4. Porque ayudas, ayudas del estado reciben todos (luz, agua, alumbrado público, calles). Y por recibirlas no se hace un artículo sensasionalista que diga «urbanismo no es libre mercado»

    Pasando a lo que dice Alberto, en una sociedad libre, sindicatos que presionen empresas con extorsión no existirían, o al no veo qué objeto tendría negociar con ellos, para qué, además que el sindicalismo es un sistema de reclamo obsoleto.
    Las asociaciones laborales serían aseguradoras y tercerizadoras, el sindicato combativo o no (eufemismo para garrotero supongo), ya no tendría ninguna función social al menos tal como lo conocemos. Se retornaría al sistema de sociedades de socorros mutuos.

  3. Libertad Primero dice:

    Pero en esto especulo cómo serían las asociaciones laborales, siempre que no interfieran con los contratos y las propiedades de los individuos, evidentemente al cambiar el entrono se modificaría la estructura de organización. Lo mismo que es lógica pasará con las empresas pero no sabemos cómo, pero mientras sea una organización pacífica no importa cómo sea esta estructura.

  4. No perdamos de perspectiva que la meta no es un retraimiento del Estado. Eso suena similar al Estado marxista-leninista que desaparece cuando ya no hace falta. Pero el Estado solo desregula cuando beneficia a unas pocas corporaciones y regula para beneficiar a otras tantas más en desarrollo o decadencia.

    Es evidente que las corporaciones, accionistas y banqueros son los principales beneficiarios de la agresión Estatal. Esa es su función en el régimen capitalista. El capitalismo beneficia a los capitalistas mientras contienen cualquier posible resistencia con migajas y míseros subsidios (la «gran» aportación keynesiana a la permanencia de dicho sistema de expoliación).

    Las ventajas del libre mercado son claras tanto en la teoría liberal como en la mutualista. Sin embargo, en la mutualista no hay titubeos en aceptar que el libre mercado no ha existido en el régimen capitalista y, por tanto, hay muchas diversas razones para pensar que la (re)organización laboral y empresarial no será nada parecido a lo organización económica actual.

    Ahora bien, Kevin Carson habla de «libertarios vulgares» (vulgar libertarians) con relación a ciertos libertarios de libre mercado que tienden a defender el capitalismo actual a ultranza. O sea, pone de relieve que muchos argumentan como (neo)liberalistas radicales, pero con la lógica (neo)liberalista usual. Su crítica es una invitación a que se reunan con «la izquierda» libertaria de forma consistente o que acepten que su libertarismo es solo una fachada para su ambición neo-feudal.

  5. William Gilmore dice:

    Las corporaciones pagan muchísimos impuestos. Y hay muchos pobres que no pagan ni un centavo; al revés, son beneficiarios netos.

    Ya no lean tanto a Marx.

    Está genial eso de «. Porque ayudas, ayudas del estado reciben todos (luz, agua, alumbrado público, calles). Y por recibirlas no se hace un artículo sensasionalista que diga “urbanismo no es libre mercado”

  6. William Gilmore dice:

    Y no sea mutualistas vulgares; reconozcan que no hay nada malo en comprar y vender tierra, en tener asalariados, y que los pollíticos no son simples títeres de las corporaciones. El político promedio busca más la aprobación de las masas que la de las corporaciones.

  7. Victor L. dice:

    @ Alberto y Laborradura del Carimbo:

    Estoy completamente de acuerdo con ambos.

    @ Libertad Primero y WG:

    No respondéis a lo esencial del argumento: si bien podría aceptar (con muchas reservas) que pueda existir alguna duda sobre el balance de la intervención estatal en los países occidentales, es evidente que a nivel internacional las corporaciones pagan pocos impuestos (a veces ninguno), reciben muchas subvenciones, tienen privilegio de patentes y cuentan con tierras y mano de obra artificialmente baratas.

    Por otro lado, yo nunca he negado que el Estado sea una clase en sí misma y que, como tal, trate de perpetuarse atrayendo a grupos sociales muy diversos (e incluso contradictorios) como sindicatos, iglesias, asociaciones empresariales -incluso pymes-, etc. Pero vosotros obviais varios puntos:

    1. El vínculo sociológico entre altos funcionarios y grandes capitalistas (viven en los mismos barrios, llevan a sus hijos a los mismos colegios, han estudiado en las mismas universidades, comparten amistades y, en general, sienten más afinidad entre sí que con el resto de la sociedad).

    2. El vínculo entre las necesidades propagandísticas y militares del Estado con las corporaciones (la construcción de fábricas más grandes crea la impresión de que se crea más empleo y se recauda más; las ayudas a la exportación o la intervención exterior tiene connotaciones nacionalistas; las redes de producción y distribución a gran escala benefician tanto a la industria como al ejército, etc.).

    3. El vínculo entre la financiación de las elecciones democráticas y las decisiones posteriores del poder (aunque los políticos traten de atraerse a sindicatos, iglesias, etc., solo las corporaciones pueden comprar literalmente las decisiones políticas, financiando el acceso al poder de los partidos).

    Insisto en que no niego que deba denunciarse la actividad de todos los grupos de presión (incluido cuando se trata de pymes, sindicatos, etc.), pero la diferencia es cuantitativa y cualitativa. Sería muy hipócrita ponerlos al mismo nivel. No solo existen motivos estructurales por los que la conexión entre Estado y corporación sea más fuerte (como el funcionamiento de la democracia), sino que cuestiones aparentemente indiferentes como el nacionalismo, la creación de empleo o el militarismo desequilibran todavía más la balanza.

    Sobre el sindicalismo radical que menciona Alberto, no se refiere al empleo de la violencia sino a la organización imprevisible y espontánea de los trabajadores. Para las corporaciones, la gran ventaja del sindicalismo actual es que puede predecirse y neutralizarse gracias al «pacto social», las elecciones sindicales y los procedimientos legales de negociación. En cambio, si todo eso no existiera es más probable que los trabajadores tomasen la iniciativa de dificultar los procesos de producción de muy diversas formas. Sobre esto, Libertad Primero, se ha escrito mucho y muy bien:

    http://c4ss.org/content/4163

    Un saludo.

  8. Alberto dice:

    Libertad Primero, quizás al poner la palabra «combativos» di una idea un poco equivocada de lo que quería decir. Me refiero a que sin la interjerencia estatal, se favorecería el crecimiento de sindicatos que defienden en exclusiva lo que piden sus afiliados y que no intentan llegar a consensos de tipo general con organizaciones patronales y Estado, lo que llama Víctor «pactos sociales» que muchas veces no tienen porque coincidir sus términos con lo que desearían los trabajadores de una determinada empresa. Con esos sindicatos los trabajadores de una empresa podrían tener una posición más fuerte para negociar con los empleadores.

    De todas formas ya digo que no creo que se llegase a ver eso porque personalmente no creo que puedan existir grandes corporaciones en una economía laissezfairista sin Estado. Yo creo que este tipo de empresas entrarían en quiebra en cuanto se les acabasen las subvenciones y monopolios quedarían en manos de los trabajdores como primeros acreedores.

  9. @ William Gilmore

    «In other countries, rent and profit eat up wages, and the two superior orders of people opress the inferior one.» (Smith 610)

    «A tax, however, upon the profits of stock in any particular branch of trade, can never fall finally upon the dealers (who must in all ordinary cases have their reasonable profit, and, where competition is free can seldom have more than that profit) but always upon the consumers, who must be obliged to pay in the price of the goods the tax wich the dealer advance; and generally with some overcharge.» (Smith 918)

    Ahora, por favor, no me venga a decir que Adam Smith era marxista.

    Y, con todo el respeto debido, yo no pienso intentar adivinar que usted ha leído o no.

    Gracias Victor L. por traernos cosillas interesantes para comentar.

  10. William Gilmore dice:

    Tienes razón, Laborradura. O Smith tiene razón (¿Adam?). Los impuestos pasan al precio de las mercancías y terminan siendo pagados por los consumidores.

    Pero también los salarios de los trabajadores pasan al precio de las mercancías…

    Y las pensiones. Y los subsidios a los pobres. Etc.

    También tiene razón Víctor en todo lo que señala (los puntos 1,2,3). Pero hay una cosita: el estado no ayuda a la clase capitalista. Ayuda a ALGUNOS capitalistas (los más ricos o los más poderosos). Los ancaps no lo negamos. Lo que no nos gusta es que por culpa de algunos se culpe a TODOS los capitalistas y a TODO el capitalismo. Esto último sí es muy cercano a la retórica marxista.

  11. Alberto dice:

    Es que esos capitalistas menos ricos no se les llamaba capitalistas en el anarquismo clásico, simpre se les conoció como artesanos y pequeñoburgueses, personas para las cuales el incipiente capitalismo industrial y financiero que creió a partir de los monopolios salvaguardados por el Estado, les perjudicaba.

  12. Libertad Primero dice:

    Son capitalistas, en el anarquismo clásico el pequeño capitalista sólo es menos criticado porque no a acumulado tanto pero no por hacer una función diferente.

    El problema con el sensacionalismo mutualista es que quieren hacerse pasar por ilustrados. Cualquiera que haya leído a Hoppe tiene argumentos contra el conservadurismo (que ojo significa conservar las clase sociales e impedir que el capitalismo se ponga a funcionar con la movilidad social favoreciendo a los que ya son ricos e impidiendo nuevos ricos) y el socialismo (o impedir que el capitalismo ponga a funcionar la movilidad social, favoreciendo a las masas e igualando la pobreza).

    Mientras los carsonianos sigan cirticando al anarcocapitalismo desde la ignorancia, sin haberlo leído pero aparentando que lo han hecho van a estar en franca debilidad argumentativa, ya cuando se supera el sensacionalismo de los título y los argumentos falaces.

    Vulgares?? quienes, vulgares son los que no saben ni lo que dicen, quieren llevarse gente a su redil diciendo de bueno lo mismo que decimos los ancaps acusándonos de no decirlo. Si una de las cosas que más tiempo dedica la doctriona ancap es a criticar las corporaciones, pero por sus privilegios no por su organización… o que me dicen de la mega crítica al salvataje bancario… no si ha de ser un espejismo de los libertarios vulgares (sarcasm)… hablan de eso como políticos, sin señalar a quienes, y es que cuando lo hagan se les acaba el cuento y se cierra este blog.

    Para librarse de la demagogia neo-mutualista (porque para colmo el mutualismo clásico era teoría semi-colectivista que hasta banco central predicaba) animo a los lectores a esta recopilación de ensayos de Hoppe donde habla con un análisis frontal, sin reparar en la corrección política de querer caerle bien a la izquierda o la a derecha, ni a los ricos ni a los pobres, pero sin ser centrista ni relativista, dice lo que hay que decir a quien se lo tiene que decir:

    Libertad o Socialismo
    http://mises.org/etexts/hoppe_libertad_socialismo.pdf

  13. Alberto dice:

    Hartico acabé en su día de ver a supuestos partidarios del libre mercado y la libertad individual críticos según decían con los monopolios y privilegios, la autoridad y el poder del Estado, poner como ejemplos de «libre empresa», «libre mercado», «libre competencia», «progreso», etc., etc. a grandes corporaciones (e inclueye aquí si quieres a las grandes cooperativas o a las sociedades anónimas o limitadas propiedad de éstas) que basan gran parte su modelo de negocio en:

    a) Los ingresos derivadas por conceptos de patentes y marcas
    b) Acceso a terrenos muy baratos en países tercermundistas donde los gobiernos previamente han expropiado a los dueños originales las tierras o han conseguido apartarlos de éstas
    c) Mano de obra barata, consecuencia derivada del estatismo anterior y no de fluctuaciones del mercado libre precisamente

    Ejemplos de a, b y c, Víctor y Kevin Carson se pasan media vida hablando de ellos así que te podrán dar supongo bastantes enlaces.

    Obviamente no digo que esa gente sean todos los que dicen que defienden o apoyan el capitalismo de libre mercado como sistema económico/político/social pero si había bastantes. De hecho hace unos años enlazaban desde webs liberales españolas una campaña que era una petición para que TVE (la televisión estatal española) emitiese un docuemental de un tal Johan Norberg que ponía a una emperesa que fabricaba zapatillas deportivas (no recuerdo ahora si era Nike o Adidas) como ejemplo de las bondades del capitalismo para el tercer mundo al dar puestos de trabajo a los lugareños, ayudándoles así a salir de la pobreza. Pero en cambio el señor Norberg, no decía nada de los puntos b y c que posiblemente ayudaron bastante a los lugareños a ser pobres.

    Debo decir de ese docuental, que había algo que me parecía muy bueno y es que comentaba algunas cosas interesantes y realmente ciertas como que las políticas de protección agraria de los países europeos perjudican las economías de los países tercermundistas impidiéndoles prosperar, algo que también decían los izquierdistas anti-mercado, pero lo que me parece más llamativo es que callaba otras y las omisiones (esas b y c que comenté antes) eran, desde mi punto de vista, muy grandes como para que un defensor de la libertad individual y los libres mercados las pase por alto. Algo nome cuadra ahí.

    Desde mi punto de vista un defensor del mercado libre y la libertad individual, sea partidario del capitalismo o no, no puede ser lógico si anda pidiendo al Estado que ponga un documental que aunque dice algunas cosas interesantes para la economía de mercado calla otras y en el balance se queda en poco más que marketing a la medida de las empresas privilegiadas por los estados que operan en el tercer mundo.

    Eso es como si un defensor del socialismo autogestionario pidiese que TVE pusiese un docuental sobre el modelo cooperativista venezolano (altamente conectado por el Estado hasta el punto de que no hablan de autogestión sino de cogestión). Algo inconsecuente. Pues eso, pues eso hicieron muchos liberales de aquella, ser inconsecuentes.

    Hay que ser mancunianos consecuentes. Y espero que tú lo seas Libertad Primero y cuando haya que criticar a liberales inconsecuentes como ese tal Norberg lo hagas. Aquí se critica tanto a los liberales inconsecuentes como a los socialistas libertarios inconsecuentes.

  14. Victor L. dice:

    Libertad Primero, me hace gracia que digas que no señalamos a ningún liberal vulgar: en el propio texto se cita explícitamente a Benjamin Powell, y se podría hablar de muchos otros como Lew Rockwell, George Reisman o Mises (a pesar de ser uno de los mejores economistas del siglo XX).

    Si te dieras un paseo por el blog verías que sí hemos leído a Rothbard, Hoppe, Friedman y otros autores ancaps – al contrario que tú, estamos bien informados sobre otras doctrinas anarquistas. Pero si bien Rothbard fue consciente de muchos problemas que apuntamos los mutualistas, no llegó a profundizar en el análisis sobre el tamaño y la estructura de las corporaciones. Fue un intelectual honesto, pero eso es todo. Ojalá todos los ancaps fueran iguales y no se dedicaran, como comenta Alberto, a ejemplificar el libre mercado a partir de empresas subvencionadas y privilegiadas (como hace Johan Norberg).

    Un saludo.

  15. Libertad Primero dice:

    Vaya Alberto, lo que dices del documental de Norberg haría que todo sea criticable por el hecho de existir, porque podemos empezar con que la crítica a la pobreza parte de que antes de generarse la riqueza no existía propiedad privada y la culpa es toda de las sociedades comunales… y que aquellos que no hacen una crítica de las sociedades comunales en cada intervención son unos vulgares demagogos.

    Por otro lado el argumento de la «equidistancia» frente a liberales y socialistas (incongruentes… según se acercan a la equidistancia por lo que infiere de la tesis neo-mutualista) no fortalece nada, la noción de verdad no tiene ninguna relación con la de equidistancia.

    El capitalismo no crea la pobreza, la hereda de los sistemas anteriores. Y sí existen puntos en que todos los libertarios o capitalistas no estamos de acuerdo, pero si algo se critica no es ad hominem, además los «demagogos» – así habrá que decirles a los «neo»mutualistas – mezcla tantos puntos incongruentes que todo se vuelve Non Sequitur (como el que había señalado de que «el urbanismo no es mercado libre»).

    Lo que a mí me hacia gracia Vïctor, es que uses la crítca ancap a las corporaciones (así cómo hay crítica ancap al sistema de justicia, sin que eso signifique que no debe existir) para hacer un Non Sequitur en respaldo de una construcción teórica tan débil como algo que le dice «socialismo» al «capitalismo».

  16. Alberto dice:

    La crítica es que muchos de los liberales españoles defensores supuestos de la libertad individual pidieron al Estado español la emisión de un documental en el que se contaban medias verdades.

  17. ¡Saludos a todos!

    Los «artesanos» y «pequeño-burgueses» bien podríamos renombrarlos «pequeños y medianos empresarios». Aún así, podríamos decir que los capitalistas siguen siendo aquellos empresarios que dependen o (o buscan depender) del capitalismo actual (que no es de libre mercado) para obtener parte, si no todas, sus ganancias (sean pequeños, medianos o grandes empresarios).

    El sistema capitalista (actual) está tan arraigado entre los empresarios, que (sin cuestionar la moral de los mismos) muchos se benefician (in)directamente de los mercados (no libres) actuales. Esto no niega que ciertos asalariados se benefician de este esquema también. Sin embargo, si no fuese un sistema con una mayor tendencia a dar poder coercitivo y adquisitivo a los capitalistas (según la definición expuesta anteriormente) no le abrían bautizado así y no le vería el uso a llamarlo de esa modo.

    Nótese que el feudalismo beneficiaba mayormente al señor feudal y el mercantilismo a los mercaderes (importadores/exportadores monopolistas y fundadores de la organización corporativa moderna). El socialismo espera que todos los individuos de una sociedad se puedan beneficiar con su participación en la economía. El socialismo libertario espera que esto suceda sin necesidad de coerción y respetando la libertad individual. El socialismo libertario de libre mercado es consistente en admitir que los mercados actuales no son libres y que bien podría el libre mercado ser funcional para que todos los individuos de una sociedad puedan beneficiarse con su participación económica sin necesidad de coerción y respetando la libertad individual. El mutualismo es un cuestionamiento (racional) de la aceptación del modelo (neo)lockeano de auto-propiedad y de apropición de la tierra.

    Sin embargo, el mutualismo puede ser compatible con el lockeanismo que acepta la cláusula propuesta por el mismo Locke acerca de su modelo. Ésta refiere que su modelo es aplicable si y solo si hay suficiente tierra (común o sin haber sido apropiada) para la ocupación y uso de los demás humanos. Lo que implica la posibilidad de adoptar otro modelo de ocupación y uso de la tierra si fuese necesario. Esto ha creado vínculos con AnCaps (agoristas, rothbardianos-de-izquierda, etc.).

    Ahora bien, al utilizar el capitalismo (actual) como la única oposición al marxismo ha propagado el mito de que toda la propiedad (actual) es legítima según los parámetros (neo)lockeanos, cuando (mayormente) no lo es, y que la jerarquía empresarial-laboral (actual) es una meritocracia «natural» insustituible.

    Como mutualista, me opongo al marxismo en (casi) todas sus vertientes actuales (pues no estoy seguro de conocerlas todas) y poco me importa su retórica, ya que mayormente han copiado los discursos de otros movimientos para atraer miembros a sus organizaciones.

    [Y si los que hemos decidido participar de éste espacio diferimos en algo, es posible hacerlo respetuosamente, poniendo la (igual) libertad de comentar, argumentar, analizar, pensar, expresarse y de cambiar de opinión primero, sin la necesidad de atacar a los demás como si tuvieramos la verdad absoluta de nuestra parte.]

  18. Libertad Primero dice:

    *Nota se llama capitalismo no por los empleadores, sino porque es un sistema en que el capital o propiedad privada es el núcleo de los negocios (sea en forma de dinero, salarios, inversiones, empresas, etc)

    *La interpretación neolockeana no es que toda la propiedad «poseída» sea legítima, es más ese es un argumento más contra la «posesión» de los mutualistas. El argumento neolockeano es que la propiedad es creada por la interacción transformadora con la naturaleza. Y que si alguien se ha apropiado ilegítimamente esa persona es responsable directo frente a la víctima.

    *Los liberales o libertarios no hablan de jerarquías insustituíbles, sino de movilidad social por el mérito. Es lo que diferencia el feudalismo del capitalismo.

    *Claro que hay un capitalismo en proceso y un existente. Pero los vicios de este sistema si haces un análisis ético son parte de la la transición o de su coexistencia con el estado y el mercantilismo. Acaso hay algo que no sea ético en que todos los individuos sean dueños de sí mismos y de sus propiedades.

    *Esa división que haces entre ancaps de izquierda y derecha, y que ha sido maldifundida en este blog mutualista, se trata de aproximaciones socio-culturales y de estilos de vida racionales de los individuos ancaps. No es una división importante, es una anecdota cultural poco relevante que acá en este blog sobredimensionan.

    *Laborradura, tus argumentos, créeme que algunos los comparto en gran medida pero trato de enmarcarlo en un sistema coherente para analizar las causas reales de los problemas.

    http://el-federalista.blogspot.com/2007/05/lo-grande-es-malo-el-poder-economico-de.html

  19. Saludos!

    @Libertad Primero

    Considere que:

    1 Aceptar la autopropiedad implica la aceptación de una naturaleza dual en el individuo (una espiritual ó racional ó mental y otra corporal ó material ú órganica).

    1.1 El truco metafísico consiste en considerar la mente (o el alma o la razón) como otra naturaleza que nos constituye. Esto difiere de si consideramos la mente o la razón como un fenotipo caraterístico de gran parte de los individuos de la especie humano.

    1.1.1 En el sentido materialista, la mente es la abstracción de ciertas funciones del aparato neurobiológico (de los humanos y posiblemente otras especies).

    1.1.2 El Yo como (auto)reconocimiento de uno mismo vendría siendo una elaboración neurosicológica que depende de nuestro aparato neurobiológico (y no otra naturaleza).

    1.1.3 Un humano sería un humano. No tiene sentido decir que un humano es su propio humano, si lo consideramos un individuo orgánico (naturaleza material). Sería como decir que un perro es su propio perro o una piedra es su propia piedra. O sea, que cierta materia es dueña de si misma.

    1.2.1 El argumento de la autopropiedad parece añadir al debate metafísico lo siguiente: «si la materia está empaquetada en la forma humana puede ser dueña de sí mismo».

    1.2.2 La única razón para tener tal consideracion antropocéntrica lleva implicita una noción de «superioridad mental o racional» (dentro del «paquete» material humano) por sobre todo lo demás.

    1.2.3 Esta «mente» nuestra (que ya no sería un fenotipo, sino otra naturaleza distinta a la naturaleza genética) es la que declara suyo el cuerpo que cohabita o que controla (como naturaleza superior).

    Por tanto, debo aceptar que la autopropiedad es la relación de mi naturaleza racional con mi naturaleza material y que solo los humanos tienen ambas naturalezas de forma sintética. De otra forma, mi perro podría ser dueño de si mismo.

    Yo rechazo la naturaleza dual del individuo por falta de evidencia y de solidez teórica comparada con la evolución materialista. Por tanto considero que el silogismo:

    a)X existe.
    b)X no tiene dueño.
    c)Por tanto X es su propio dueño.

    Es… Una falacia. Aún cuando se plantee como:

    a) Yo existo (porque pienso).
    b)Yo no tengo dueño.
    c)Entonces soy mi propio dueño.

    Ser dueño solo podría describir, según mi sistema (coherente) de análisis proposicional, cierta relación entre un humano y otra cosa. Hablar de la autopropiedad, simplemente no tendría sentido (cuando uno no cree en la naturaleza dual de los humanos o del universo).

    [Pronto un comentario acerca de «la interacción transformadora con la naturaleza».]

  20. @Libertad Primero

    ¡Saludos nuevamente!

    Ahora bien:

    X ocupa un territorio anteriormente desocupada (silvestre). X utiliza las hojas de los árboles para producir composta donde cultivar y cosechar los hongos de los cuales se alimenta.

    Esto es similar al ejemplo lockeano donde se mezcla el trabajo con la tierra. Así que ya el terreno debiera ser suyo. Y para sus herederos. Sin embargo X es un colectivo de hormigas del género Atta. Y aunque participan de una «interacción transformadora con la naturaleza». Solo tienen la fuerza para defender su ocupación-y-uso mientras lo usan y ocupan.

    Parece que «la interacción transformadora con la naturaleza» no es suficiente para la apropiación de la tierra por las hormigas Atta. X debe ser humano para que la magia funcione.

    Si X fuese un humano, según la interpretación común del texto de Locke, podría X bien dedicarse a vivir de la pesca luego y vivir cerca del Mar dejando un rótulo en su antiguo huerto diciendo: «Prohibido el paso. Propiedad Privada.»

    Esto no pasa de ser una creencia, pues de lógica tiene muy poco. No veo como opera diferente en los humanos lo que no funciona para las hormigas.

    Además, si consideramos al ser humano desde una perspectiva material, nuevamente, nos damos cuenta que tiene necesidades fisiológicas (como la alimentación) y que ocupa espacio (porque no es un fantasma o espíritu).

    Así que si he decidido creer en la (igual) libertad entre los humanos, es imposible que no crea que los humanos puedan ocupar-y-usar los recursos naturales con la única condición de no violar la (igual) libertad de otros humanos a hacer lo mismo.

    Así que, con todo el debido respeto, aún cuando conozco que muchos AnCap tienen en muy alta estima la libertad individual y aún cuando, muchos de sus máximos exponentes son personas con altos grados universitarios, considero que es un sistema que descansa sobre pies de barro y que las críticas de Proudhon, Clarence Lee Swartz y Tandy (que son similares a las que he expuesto, pero tal vez más claras) suelen ser obviadas por lo inconveniente de revisar los axiomas fundamentales.

    En cuanto a la definición de capitalismo es similar a la mía, solo que sin las partes «pornográficas». O sea, los aspectos socio-político que operan en dicho sistema (histórico, no el ideal usado como bandera contra el marxismo). Así (con todo y «porno») manejaban el concepto «capitalismo» los mutualistas (al menos, Proudhon, e incluso antes que otros socialistas) y así he decidido utilizarlo yo.

    Para este asunto semántico, veáse la página 237 de http://books.google.com/books?id=WPDbSXQsvGIC&lpg=PP1&dq=capitalism%20and%20civilization%20wheels%20of%20commerce&pg=PA237#v=onepage&q&f=true

  21. William Gilmore dice:

    Laborradura, te pusiste metafísico. Y te doy la razón, porque detrás de todos los argumentos éticos, políticos, económicos y jurídicos hay algunas tesis metafísicas.

    Dices: «1 Aceptar la autopropiedad implica la aceptación de una naturaleza dual en el individuo (una espiritual ó racional ó mental y otra corporal ó material ú órganica).»

    Totalmente de acuerdo con eso. No tiene sentido decir «Juan es dueño de su cuerpo» si no atribuimos a Juan una naturaleza dual; esto es, si no pensamos que tiene una parte inmaterial o espiritual, un yo, alma o espíritu, que posee o controla su parte material, su cuerpo. Si sabemos que Juan es un robot, nunca diríamos que es dueño de algo.

    Sin embargo, también dices: «Yo rechazo la naturaleza dual del individuo por falta de evidencia y de solidez teórica comparada con la evolución materialista.»

    En otras palabras, eres materialista, naturalista, no crees en el alma o el espíritu (excepto como funciones corporales), y además eres evolucionista. Muy bien; si así te da tu gana ser, está bien. Pero entonces yo deduzco que tú no crees en los derechos. Porque siendo los humanos objetos puramente materiales, ¿cómo vamos a tener derechos? Somos como robots, nada más (bajo las premisas materialistas). Robots muy sofisticados (la evolución nos ha dotado con una función muy sofisticada y compleja llamada «mente»), pero finalmente somos sólo robots, objetos puramente materiales. Y los robots no tienen derechos -supongo que estás de acuerdo con eso. Claro que un robot puede emitir las palabras «Yo, Juan, tengo derechos humanos»; y claro que los otros robots pueden emitir las palabras «Sí, Juan, tú tienes derechos» (y claro que eso no lo pueden hacer las gallinas, que también son robots, pero muy poco sofisticados). Pero eso es irrelevante. Seguimos siendo robots. Y los robots NO tienen derechos.

    Aquí viene mi primera duda: si no crees en los derechos ¿qué clase de socialista eres? Que yo sepa, los socialistas siempre han dicho que los seres humanos, sobre todo los más pobres, TIENEN derechos. Y han dicho que los gobiernos y los capitalistas VIOLAN esos derechos de los más pobres. Pero tú no crees en derechos. ¿Entonces? ¿Cómo es eso? ¿De qué te quejas?

    Y mi segunda duda: Dijiste «YO rechazo…». A ver si entiendo: ¿TÚ rechazas algo? ¿Estás diciendo que tienes un YO y que tu yo rechaza algo? ¡Pero si NO TIENES un yo, según dijiste! ¡Eres puro cuerpo, pura materia! ¿No te parece que hay una contradicción en eso? Una contradicción no lógica, sino existencial… o performativa (asíla bautizaron los austriacos): con tus actos contradices a tu pensamiento. Por lo menos hay algo raro, ¿no?

    También dices: «…he decidido creer en la (igual) libertad entre los humanos»

    Lo mismo: ¿TÚ has decidido eso? Pero ¿quién es «tú» si tú no tienes un YO?

    En cuanto a mí, mi postura es muy simple: sé que no puedo PROBAR mis derechos o mi autopropiedad (como bien dices, no hay evidencias suficientes de que tengo un YO o una naturaleza dual). Pero también me doy cuenta de que en la vida real, en la vida pràctica, no puedo evitar hablar de mi YO o pensar que tengo un YO. Tampoco tú puedes hacerlo: has escrito y te la has pasado diciendo que tu YO «rechaza» o «decide». Y tampoco puedo yo evitar pensar que mi prójimo tiene otro YO distinto al mío. Cada vez que hablo con otro asumo (consciente o inconscientemente) que ese otro YO está ahí, en alguna parte, recibiendo mi mensaje. Si pensara que el otro es un simple robot, no me preocuparía ni me importaría lo que pudiera pensar o sentir. Pero me preocupa. Ergo, para mí no es un simple robot. Pero lo mismito te pasa a ti: te diriges a nosotros, los ancaps, como si tuviéramos un YO, pese a que, por otro lado, aseguras que no hay pruebas de que lo tenemos. Es decir, para ti no somos simples robots. Te pasa lo mismo que a mí: que no tengo pruebas suficientes de que mi prójimo no es un robot, pero con mis actos demuestro que lo considero más que un robot.

    Y si lo considero más que un robot, me es muy difícil pensar que no tiene DERECHOS. ¿A ti no te pasa lo mismo?

    Soy iusnaturalista, como Rothbard o Hoppe. Mi única diferencia con ellos es que yo no creo que mi yo o mi derecho sean «autoevidentes». No, no lo son. Rothbard y Hoppe están mal en esto. Pero en la práctica sólo puedo vivir como si mi YO y mi derecho fueran autoevidentes. Creo que puedo llamar a mi postura «iusnaturalismo fideísta» (para diferenciarlo del iusnaturalismo racionalista de otros ancaps).

  22. Victor L. dice:

    Vaya, Laborradura, me sorprende gratamente que cites a Fernand Braudel; curiosamente, estos días estoy leyendo ese mismo libro, por lo que si tengo tiempo colgaré la referencia en castellano. Lo valioso de la cita es que proviene del mejor historiador de los orígenes del capitalismo, contra el que poco puede hacer los que piensan que «capitalismo» significa «propiedad privada de los medios de producción» porque lo dice su manual de economía de mcGrawHill.

    Un saludo!

  23. Saludos!

    @ Victor L.

    No he podido leer sino esa pequeño fragmento. 🙁 A ver si lo consigo para leerlo en un futuro no muy lejano.

    @ William Gillmore

    No, no veo nada de «natural» (en el sentido materialista) en el derecho . Pero no significa que no exista como rechazo del uso de la fuerza como forma «derecho». El derecho es parte de los convencionalismos culturales que hemos ido produciendo los humanos. No tiene que ser «natural» (ni estatista) para que tenga validez. Si notas que he escrito que he decidido aceptar la igual libertad entre los individuo significa que acepto cierto sistema de derecho, pero esto no me obliga a aceptar el (supuesto) «derecho natural» por defecto.

    Ahora bien, ¿porqué Yo tener que ser robot si aceptar solo naturaleza material? ¿Acaso yo no haber decir que tener «razón»‘ ó «mente» ser parte fenotípica de mí (como humano)?

    Con respecto a la naturaleza de la «mente» desde una perspectiva materialista, puede verificar 1.1.1 y 1.1.2 de mi pasado comentario y caso resuelto.

  24. William Gilmore dice:

    El lenguaje mentalista («yo, decidir, rechazar, aceptar…») no tiene mucho sentido dentro del materialismo. No está claro qué significa; no está claro qué es que un objeto material «decida», «rechace», «acepte», etc. Ni los materialistas se ponen de acuerdo (hay materialistas eliminativista, materialistas reductivistas, conductistas…).

    Tampoco está claro qué es la mente para un materialista. Llamarla fenotipo, o epifenómeno, o función cerebral, o secreción cerebral (!)… es simplemente decir que la mente es una manifestación del cuerpo. Es como definir un misterio por medio de otro misterio.

    Una especie de resumen del debate actual: http://platea.pntic.mec.es/macruz/mente/cuerpo-mente3.htm

  25. Saludos!

    @ William Gillmore

    Gracias por el enlace. Lo he puesto entre mis favoritos para leerlo mas tarde (hoy estoy algo agotado). Si tiene algún enlace con evidencia de que los humanos poseamos una naturaleza dual (una material y otra inmaterial), pues me gustaría echarle un vistazo también. Por el momento, sigo considerando la autopropiedad como una falacia y la interacción mágica de los humanos que concede derechos inalienables sobre la tierra, pues… Un misterio.

    Tal vez por eso disfruto tanto leyendo de este maravilloso rincón mutualista.

  26. Nota aclaratoria:

    No condeno el pensamiento dualista (sea mente/cuerpo ó alma/cuerpo etc.). Todo lo contrario, opino que el libertarismo no tiene que favorecer una perspectiva en perjuicio de la otra. El caso de la posesión (o apropiación) de la tierra no debe ser diferente. En el caso de aceptar el (neo)lockeanismo, es evidente que se hace en perjuicio del análisis (monista) materialista.

    En el caso de la apropiación/posesión de la tierra bajo los principios de la ocupación-y-uso, no se perjudica el análisis dualista ni el monista (sea materialista o de otro tipo). Es compatible con la aceptación de la dicotomía mente/cuerpo ó alma/cuerpo, tanto como cualquier monismo, porque no depende ni de una ni de uno ni del otro para su elaboración, aceptación, exposición y defensa como concepto. Contrario al (neo)lockeanismo que depende de cierto dualismo cartesiano (al menos, en lo concerniente a la apropiación de la tierra) en perjuicio de otros análisis.

  27. Libertad Primero dice:

    El cuerpo que enuncia «no creo en la propiedad de mi propia persona» cae en una contradicción. Quien enuncia algo con su cuerpo posee ese cuerpo para poderlo realizar.

  28. Victor L. dice:

    En realidad lo que posee es la facultad de pensar, hablar o escribir. Nada más. La autopropiedad es un concepto filosófico de mayor altura que tiene otras implicaciones, y que no se sigue necesariamente de ello. Creo contigo en que es necesario que los individuos sean soberanos de sí mismos (o autopropietarios, lo mismo da), pero eso no significa que esté determinado por la naturaleza.

  29. @ Libertad Primero

    No soy propietario de mi mismo, yo soy yo mismo. Eso debiera ser autoevidente. Es como decir A=A. Mi relación conmigo es ser yo mismo. Si yo soy yo, no hay necesidad de hablar de mi posesión de mi mismo, pues yo soy yo. No es lo mismo poseer ciertas caracterízticas que poseer ciertos bienes. Un enunciado es parte de una forma de describir algo y el otro cierta relación entre un(os) humano(s) y otra(s) cosa(s).

    Como yo y yo mismo somos la misma cosa, por definición, no existe una relación propietaria entre mi y yo mismo. No hay contradicción en eso.

    (Creo que ya lo había escrito antes).

    @Victor L.

    Ser «soberano de uno mismo» es casi como decir: «soy anarquista». Porque los no-anarquistas aceptan la soberanía del Estado, del pueblo, del monarca, etc. O sea, «la soberanía de uno mismo» es un rechazo al (supuesto) contrato social del cual emerge el Estado.

    No sé hasta que punto eso sea sinónimo de auto-propiedad, concepto curiosamente esbozado como uno de los fundamentos del (supuesto) contrato social, según Locke.

    Sin embargo, aceptando que no se use en el contexto (neo)lockeano (o sea, que no implique que mi relación conmigo es la misma que tengo con mi cepillo dental, ni que tengo derechos naturales, ni otros oxímoros) y fuera solo sinónimo de «la soberanía de uno mismo», aún así preferíria decir sencillamente que soy anarquista.

    Pero esa es solo mi opinión. 😛

    ¡Adelante con mutualismo.org!

  30. Alberto dice:

    Texto antiguo (2001) pero interesasnte:

    La globalización tiene poco de libre mercado de Noam Chomsky.

  31. Libertad Primero dice:

    Noam Chomsky es un farsante

  32. Libertad Primero dice:

    Claro tu eres tu mismo, pero eso implica una posesión de tí mismo, asumimos que no actúas por instinto y eres un ser argumentativo. Tienes control sobre los dedos con los que escribes que no eres propietari ode tí mismo. El asunto es que uno no puede abandonar su cuerpo a voluntad por lo que siempre es propietario de uno mismo.

    Hablas de soberanía alternamente a propiedad, pero el efecto es el mismo: el control exclusivo sobre tí mismo, es más como verás entre aquellos que hablamos de soberanía del individuo la psoberanía de la propiedad viene a ser redundante, porque para un anarquista liberal la propiedad es soberana por esencia.

  33. @Libertad Primero

    «El asunto es que uno no puede abandonar su cuerpo a voluntad por lo que siempre es propietario de uno mismo.»

    Aquí nuevamente es evidente que «uno» y «su cuerpo» se utilizan como si de dos naturalezas distintas (dualismo) se tratase.

    Esto puede no parece absurdo a un dualista (por lo que ya he explicado anteriormente), pero para cualquier análisis monista materialista es, o un uso incorrecto de los concepto de apropiación, propiedad y propietario (cosa que un dualista puede aceptar si considera la definición de la propiedad como cierta relación entre un humano y otra cosa), o un truco metafísico para definir una misma cosa (el humano) como propiedad y propietario desdoblando su naturaleza («uno» y «su cuerpo»). «Uno» siendo la naturaleza mental/racional/psíquica y «su cuerpo» de naturaleza material.

    Sin embargo, que yo no me pueda abandonarme a mi mismo no me hace propietario de mí mismo, ni es evidencia de que posea naturaleza dual.
    Mas bien es otra prueba de que Yo soy yo.

    Un humano es un humano.

    Deducir de eso que uno es propiedad y a la vez propietario de uno es un non sequitur (o un enredo metafísico para conservar un mito fundacional del liberalismo a la Locke).

    Obsérvese que la ocupación-y-uso (como «título» de posesión o apriopiación legítima de la tierra) no depende de la manipulación de definiciones ni los trucos metafísicos. Sin embargo, es compatible con el pensamiento dualista tanto con el monista, porque no depende de ninguno de estos para su definición.

    ¡Arriba mutualismo.org!

  34. Libertad Primero dice:

    Listo si tu no eres tu dueño podemos apropiarnos de tí… (!) quien niega la propiedad de sí mismo cae en una autocontradicción

  35. Libertad Primero dice:

    Laborradura, al final terminamos hablando de otra cosa ¬¬

    así son las zonas de comments 😀

  36. @Libertad Primero

    No soy mi dueño por no ser mi propio esclavo. 😛 La auto-propiedad sería por defecto una auto-esclavitud. Yo sería esclavo de mi mismo que soy mi dueño. Un humano que es dueño de otro humano es un esclavista, por tanto un humano que fuese su auto-dueño sería…

    Pero usted siempre verá contradicción en donde yo veo lógica (porque usted afirma el derecho natural) y yo veo una falacia donde usted ve una verdad absoluta (porque me parece el derecho natural un oxímoron). Esto en ajedrez sería un «rey ahogado».

    Pero no se preocupe, como la mayoría de los humanos (y tal vez todos los humanos) no necesito dueño. Y estoy luchando contra todos los que reclaman algún poder (o hasta título propietario) sobre mí. Por eso me considero libertario.

    😀

    En esto último espero coincidir con usted. Porque (asumo que) deben ser sus coincidencias con los mutualistas lo que le anima a participar tanto aquí.

    Saludos!

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