El ICEA y las medidas contra la crisis

Ene 26 • Actualidad • 11779 Views • 16 comentarios en El ICEA y las medidas contra la crisis

Recientemente el ICEA elaboró dos textos en los que se exponían las causas de la crisis y una serie de medidas para paliarla, buscando también que los trabajadores y trabajadoras no tuvieran que cargar con las peores consecuencias. Aquí hablaré de como esas medidas no son efectivas y perjudicarán tanto al empresario como al obrero; además de señalar lo poco libertario de los métodos propuestos. Quiero agradecerle a Victor los apuntes que ha aportado al respecto.

Aquí puede encontrarse el segundo texto, donde se hayan las propuestas paliativas. Aparecen enumeradas en los siguientes dos párrafos:

Nuestras propuestas, a modo de plan de choque, van encaminadas, pues, a solucionar seis aspectos que consideramos fundamentales: 1) Libertad sindical; 2) Paro; 3) Inflación; 4) Redistribución de la renta; 5) Recuperación económica; 6) Gasto público e Impuestos. En el primer caso incluimos medidas como la desaparición de los comités de empresa y su sustitución por secciones sindicales, el aumento del poder de los delegados sindicales para inspeccionar las empresas y el incremento de recursos para Inspección de Trabajo, entre otras. Respecto al paro, proponemos repartir el empleo, prohibir el prestamismo laboral (ETTs) y pasar el control de la oferta de fuerza de trabajo a los sindicatos, o la eliminación de todas las formas de contratación que no sean fijas, además de otras medidas similares.

Para combatir la inflación, sugerimos el control de los precios y la auditoría por parte de los sindicatos para que los productos cumplan condiciones de calidad y de respeto a los derechos laborales. Proponemos asimismo incidir en la distribución de la renta mediante subidas de salarios y pensiones mínimas, compresión de las diferencias salariales por convenio y eliminación de los intereses de las hipotecas. Para la recuperación económica sugerimos aumentar el gasto en servicios públicos financiándolo con mayores impuestos a los beneficios y a los ricos, el control de la inversión para que ésta sea más equilibrada entre sectores o la creación de un impuesto sobre los movimientos de capitales, además de otras medidas. Finalmente, respecto al gasto público creemos que, entre otras cosas, se deben reducir los gastos militares y policiales, acabar con la evasión fiscal e ilegalizar las opacas sociedades de inversión de capital.

Medidas no efectivas

La propuesta de libertad sindical es en realidad una propuesta de conrol de los sindicatos de la economía. Como todo control de la economía, venga del grupo que venga, está destinado a fracasar. El reparto de empleo, por ejemplo, implica que el criterio arbitrario de los repartidores esté por encima de las necesidades reales de la economía. Aunque estos estén provistos de la mejor intención posible, carecen de la información necesaria (ver problema del cálculo económico racional) para saber cuales son las necesidades reales. Estarán creando empleos no rentables pero que son de obligada contratación, lo que supone un freno a futuras creaciones de empleo real (por el riesgo que conlleva tener que emplear forzadamente, aunque implique pérdidas) y por tanto ahondando en el problema del paro.

Suprimir las formas de contratación no fijas y las ETTs puede ser una medida contra la precariedad laboral, pero también es una medida contra el empleo. Si alguien se siente obligado a tener que mantener a un trabajador aún cuando éste no le sea productivo, no se arriesgará a contratarlo en un primer momento. El aumento del paro es inevitable ante esta medida.

El control de precios para evitar la inflación es un flagrante error económico, supone atacar los posibles síntomas para acabar con la enfermedad. Hay que entender que la inflación no es una subida general de precios, si no la devaluación de una moneda. El síntoma más común de esta devaluación es, por supuesto, la subida de los precios, pero intentando evitar esta no se acaba con la inflación. Es como querer curar la fiebre metiendo el termómetro en agua fría.

Además, las nefastas consecuencias del cotrol de precios son conocidas por cualquier economista. Estos son la mayor fuente de información en el mercado, por lo que manipularlos al antojo de alguien significa enviar señales equivocadas a toda la economía. Poner un precio máximo al pan, por ejemplo, implica que se deje de producir porque los ofertantes advierten que hay un exceso de este en el mercado. Por tanto, habrá una escasez de pan. Para evitar esto, se debe intervenir los precios que fijan el coste de producción del pan (los precios de la harina, por ejemplo) para que este no sea escaso, pero ahora tendremos otros precios intervenidos y el problema será el mismo. En definitiva, para que el control de precios sea efectivo hay que controlar cada vez más y más parcelas de la economía, hasta que la planificación sea enorme. Esto tiene consecuencias desastrosas (véase, otra vez, el problema del cálculo económico racional).

La auditoría por parte de los sindicatos para que los productos cumplan condiciones de calidad es una mala medida por dos razones. La primera, que son los consumidores quienes deben decidir la calidad de los productos que consumen, y elegir el que más les beneficie. La segunda que implica una elevación de los costes de producción y el correspondiente aumento de precios, que supuestamente se trataba de evitar. En caso de control de precios, si se elimina la alternativa de reducir los costos (imponiendo criterios de calidad más altos), aumenta la escasez.

Elevar los salarios mínimos también aumentará el paro al hacer que los trabajos cuya productividad sea inferior al SMI no sean ocupados por nadie. Lo mismo ocurre con las compresiones de las diferencias salariales, los salarios los tiene que fijar el mercado libremente. Pretender asignarles un valor arbitrario implica paro y mal uso de los recursos. La medida genuinamente libertaria y económicamente eficiente para la subida de salarios y la eventual abolición del trabajo asalariado, pasa por dar libertad al mercado, tanto en el ámbito laboral como en los restantes.

Para la recuperación económcia, se ha identificado como problema el que no es: las teorías keynesianas del subconsumo y de contracción de la demanda agregada. Estas no son las causas de la crisis, si no las consecuencias de un problema mucho mayor en el tejido productivo, donde las inversiones se han realizado erróneamente a causa de las distorsiones creadas por los tipos de interés fijados en el banco central. La cuestión no es que se consuma poco, si no que se han hecho inversiones que parecían rentables ante esta falsa señal (como la superproducción de vivienda o los créditos concedidos basándose en un tipo de interés artificialmente bajo). Ahora esas inversiones se deben liquidar, dando paso a la correspondiente recesión. El subconsumo es consecuencia de todo ello, no una causa de la crisis.

Estimular la demanda agregada por medio del aumento del gasto público es inútil, porque se siguen realizando inversiones erróneas, puesto que el Estado carece de información para saber donde invertir o esta está distorsionada. Además, lo que ahora hace falta es ahorro en general, puesto que los tipos mantenidos artificialmente bajos (que deberían señalar el ahorro de la sociedad, siendo este más pequeño cuanto más se haya ahorrado), han dado la señal de que es tiempo de invertir porque supuestamente había mucho ahorro. Lo último que necesitamos es más gasto.

Los impuestos sobre los beneficios no hacen más que elevar los costes de las empresas, lo que hace que tengan que bajar los salarios o, si no pueden hacerlo (por haber sido impuesto un salario mínimo), tengan que despedir a los trabajadores. Si tienen problemas para despedir, se verán obligados a mantener una empresa en pérdidas, lo que no hace más que dañar aún más el tejido productivo.

Los controles sobre la inversión y los impuestos sobre el movimiento de capitales también son nefastos. El primero hará que se siga invirtiendo erróneamente, puesto que la planificación ha de fallar ya que no se atiene a los precios, la única información válida para saber donde hace falta invertir. Los segundos entorpecerán la reestructuración de las fuerzas productivas, perpetuando las malas inversiones y sumiéndonos cada vez en una depresión más profunda.

La medida de reducir el gasto militar y policial es muy buena, por un lado se reduce el gasto público y puede aumentar el ahorro (si viene acompañada de una reducción de impuestos) y por otro lado se deja de financiar a estas organizaciones criminales. La evasión fiscal, en cambio, se debería de extender a todas las capas de la sociedad, como medida para que las familias ahorren y dejemos de financiar un gasto público que no hace más que dilapidar los pocos recursos que tiene la sociedad en este momento.

Medidas no anarquistas

Además del error económico que suponen (condenadas a destruir la riqueza y sumirnos más profundamente en la crisis), las medias propuestas son totalmente contrarias a la libertad y al anarquismo. Podemos identificar dos tipos entre ellas: las que pretenden dar a los sindicatos un poder de intervención económica respaldado por el Estado y las que directamente pretenden dar al Estado más parcelas de intervención. En cualquier caso ambas pretenden quitar a los individuos la libertad de decidir voluntariamente sus acuerdos económicos. Esto debe resultar preocupante para cualquier anarquista.

La razón de pretender esto es sencilla: se está pidiendo un parche para solventar la situación de explotación que se vive actualmente. Lo que no se entiende es que esta situación es causada por el privilegio que da a los empleadores el Estado (utilizando medidas restrictivas y de apoyo criminal a ciertos sectores). Por lo tanto, es pedir mayores restricciones para sanear una situación causada por restricciones previas, pero favorables a otros.

En cuanto a la crisis en sí, el problema está en identificar la voluntariedad en la economía con las crisis cíclicas. Esto supone un dilema para cualquier anarquista, pues las medidas a adoptar tendrán que ser necesariamente autoritarias y de corte estatal.  El dilema no aparece si se toma como culpable de la crisis al Estado y la coacción que ejerce sobre los individuos. En este sentido, la Teoría Austriaca del Ciclo Económico no es sólo una mejor explicación del ciclo, si no que además es perfectamente coherente con el ideal libertario.

La única reivindicación legítimamente anarquista es que el Estado y cualquier otra forma de coacción desaparezcan de todas las parcelas, empezando por y poniendo especial énfasis en aquellas en las que actúa en beneficio de grandes empresarios y en detrimento de los trabajadores; y buscar la libertad de los individuos para asociarse voluntariamente, pues esta asociación no implica explotación si previamente han desaparecido los privilegios apoyados en la coacción). Por tanto, pedir un aumento de impuestos, del gasto público o un control de precios no son, como medidas coactivas, legítimamente libertarias.

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16 Responses to El ICEA y las medidas contra la crisis

  1. Aritz dice:

    Gracias Marco por ayudarme a subirlo. Faltaban dos párrafos y no podía copiarlos, así que he decidido transcribirlos a mano. Bueno, espero que ayude a aclarar algo.

  2. A.Chena dice:

    Muy bien Aritz. Subscribo lo que has escrito punto por punto.

  3. Aritz ponte un link al primer texto del icea donde analizan la crisis no lo encuentro

    saludos

  4. Aritz dice:

    Aquí está Marco:
    http://iceautogestion.org/images/PDF/nov2008.pdf

    Sinceramente me parece una explicación paupérrima, que no va más allá de las típicas consignas del más media de los NINJAS, las Subprime y la burbuja inmobiliaria, en lugar de centrarse en lo que causó todo eso. Vamos, que no hace más que explicar las consecuencias como lo han hecho en la tele pero desde una perspectiva más obrerista.

  5. Victor L. dice:

    Muy, muy buen post, Aritz.

    Has destrozado los argumentos del ICEA, es lamentable que un instituto ‘libertario’ con aspiraciones a think thank pueda proponer este tipo de cosas y quedarse tan ancho.

  6. domenico dice:

    ¿chicos no conozco este icea, puede explicarme alguien de buena voluntad sencillamente cosa es este instituto ICEA y cosa hace, como actúa y a cuáles ideas se asocia??
    gracias

  7. wg dice:

    Está interesante la entrevista que les hicieron en ALB

    http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/8894

    Todo lo que dices, Aritz, coincide con lo que dicen los llamados praxeólogos. ¿Significa que estás de acuerdo en que la praxeología es una ciencia exacta y con poder explicativo y predictivo?

  8. The Langlois dice:

    Muy buena crítica, felicitaciones. Pensaba comentar hace un tiempo lo poco libertario de las medidas propuestas por el instituto ICEA, al cual hay que «seguir» de cerca.

    Un saludo!

  9. Aritz dice:

    wg:

    Todo ese rollo de la ciencia y tal… no sé, yo he estado estudiando física y cuando estudias tantas matemáticas eso de la acción humana pueda ser cierta no lo tengo nada claro. No te digo ni que sí ni que no, de hecho ahora «estoy» con la acción humana (va poco a poco); a ver que conclusiones extraigo.

    En cualquier caso con lo que si que va acorde lo expuesto es con los postulados de la escuela austriaca. De todas formas el mutualismo es abordable tanto desde la economía clásica como del marginalismo, haciendo una mezcla de los dos como hace Carson o desde posturas más neoclásicas (mirad si no al compañero Proudhoniano).

    Langlois:

    Yo también creo que hay que «seguir» de cerca al ICEA. Me preocupa sobremanera que el hecho de que estén ocupando un espacio que estaba vacío en el anarquismo colectivista, comunista y sindicalista (con la ignorancia que reina sobre la economía) les haga acabar convirtiéndose en «la verdad» para mucha gente. Sobre todo viendo la deriva ideológica que se traen, muy poco libertaria.

  10. Aritz dice:

    «eso de la acción humana pueda ser cierta»

    quería decir eso de que la acción humana pueda ser ciencia en el sentido que lo son las matemáticas, por ejemplo. No son horas para estas cosas xD

  11. proudhoniano dice:

    Un muy buen artículo. Si estáis de acuerdo, lo publicaré en ALASBARRICADAS.

  12. Aritz dice:

    Proudhoniano, más que de acuerdo estoy encantado de que lo hagas xD. La lástima será no poder participar en el debate.

  13. proudhoniano dice:

    Ya lo publiqué («subforo Economía Política y Ciencias Sociales»). Si alguien de ALASBARRICADAS quiere debatir sobre este tema, desviaré la discusión al foro de esta misma página para que podamos participar todos.

  14. Aritz dice:

    Gracias Proudhoniano 😉

  15. proudhoniano dice:

    He abierto un tema en el foro (sección «Economía Política») para que podamos discutir sobre el artículo con la gente de ALASBARRICADAS: http://www.mutualismo.org/foro/viewtopic.php?f=12&p=334#p334

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