Traducción del noveno capítulo del Studies (continuación)

Feb 19 • Mutualismo • 3156 Views • No hay comentarios en Traducción del noveno capítulo del Studies (continuación)

He traducido un poco más del Studies in mutualist political economy de Kevin Carson. Ahí va:

B. Llegando a allí.

Desde Proudhon el mutualismo ha tendido a ser identificado desde un enfoque gradual. El gradualismo envuelve, al mismo tiempo, dos tipos de acción: 1) la creación de una base institucional para una nueva sociedad dentro de una existente; y 2) el retroceso gradual del estado a través de presión externa y la suplantación con formas alternativas de organización hasta que sea enteramente abolido.

Proudhon caracterizaba este enfoque de devolución de las funciones estatales a las asociaciones voluntarias como la disolución del estado dentro de la estructura social. Ello requería dos tipos de acción simultáneas: primero, “organizar… las fuerzas económicas”; y segundo:

Disolver, sumergir y hacer desaparecer el sistema político o gubernamental del económico reduciendo, simplificando, descentralizando y suprimiendo una tras otra todas las ruedas de la gran maquinaria que es llamada gobierno o estado.5

El objetivo final era que la distinción entre “público y privado” careciera de sentido: “que las masas que son gobernadas debieran al mismo tiempo gobernar, y esa sociedad debiera ser lo mismo que el estado, y la gente lo mismo que el gobierno…”6 Esto significaba que “la noción de contrato” sucedería al gobierno:

Es la organización industrial la que pondremos en lugar del gobierno…

En lugar de leyes pondremos contratos. No más leyes votadas por una mayoría, o siquiera unánimemente; cada ciudadano, cada ciudad, cada sindicato industrial hace sus propias leyes.

En lugar de poderes políticos pondremos fuerzas económicas.7

Los Wobblies (miembros pertenecientes al sindicato IWW)* usan la frase de “construir una nueva sociedad desde dentro de la cáscara de la vieja” para describir el proceso. Pero Proudhon, anticipándose a ellos, usó esta viva imagen:

Bajo la maquinaria del gobierno, a la sombra de las instituciones políticas, fuera de la vista de los hombres de estado y los sacerdotes, la sociedad está produciendo su propio organismo, lenta y silenciosamente, y construyendo un nuevo orden, la expresión de la vitalidad y la autonomía…8

Brian A. Dominick, en su brillante “Una introducción a la estrategia del poder dual” lo describía en esta forma:

Generalmente hablando, el poder dual es la organización revolucionaria de la sociedad en su forma pre-insurrección. Es el segundo poder- la segunda sociedad- operando bajo las sombras del “establishment” dominante. Trata de convertirse en una infraestructura dentro y de sí misma, en las cimientos de un futuro alternativo…

La gran tarea de las bases del poder dual es encontrar y crear espacios sociales y llenarlos con instituciones y relaciones liberadoras. Donde hay lugar para actuar por nosotros mismos formamos instituciones propicias no sólo para catalizar la revolución, sino también para presentar las condiciones de una vida plena, incluyendo la autogestión económica y política al mayor nivel alcanzable. No buscamos abrazar el poder, sino abrazar la oportunidad de ejercer nuestro propio poder.

Por lo tanto, las bases del poder dual son una situación donde una comunidad autodefinida ha creado por sí misma un sistema político-económico que es una alternativa operativa al “establishment” dominante estado/capitalista. El poder dual consiste en instituciones alternativas que proveen las necesidades de la comunidad, tanto materiales como sociales, incluyendo comida, vestimenta, hogar, cuidado sanitario, comunicación, energía, transporte, oportunidades educativas y competitivas y organización política. El poder dual es necesariamente una forma autónoma y competitiva con el sistema dominante, que busca invadir el último dominio y finalmete reemplazarlo.9

Tal proyecto requiere la autoorganización  en el nivel básico para construir una “infraestructura social alternativa”. Implica cosas como las cooperativas entre consumidores y productores, sistemas LETS y bancas mutuas, sindicatos, asociaciones de arrendatarios y supresión de rentas, asociaciones vecinales, programas de vigilancia al crimen y la policía (de no afiliación policial), juzgados voluntarios para el arbitraje civil, agricultura respaldada por la comunidad, etc. El proyecto “municipalista libertario” de devuelta de funciones gubernamentales al nivel vecindario y la mutualización de servicios también recae sobre este título- pero con servicios mutualizados antes que municipalizados.

Peter Staudenmeier, en un taller de cooperativas de Ann Arbor, se refería a esas formas alternativas de organización como el “contrapoder social”. El contrapoder social toma la forma concreta de “política prefigurativa” y “contrainsituciones”.

La política prefigurativa es un término elegante que simplemente significa vivir tus valores hoy día, en vez de esperar a “después de la revolución”- de hecho significa el comienzo de la revolución aquí y ahora a la mayor extensión posible. Esto podría llamarse el aspecto diario del contrapoder social. Y las contrainstituciones, de las cuales las cooperativas son habitualmente ejemplo, son los aspectos del contrapoder social.10

Jonathan Simcock, en la página web Total Liberty, describía una visión del anarquismo evolucionista que incluía:

Cooperativas de trabajadores, cooperativas de hogar, autoempleo, esquemas LETS, monedas alternativas, banca mutua, sindicatos de crédito, comités e inquilinos, cooperativas alimentarias, adjudicaciones, organizaciones voluntarias, protestas pacíficas y acción directa no violenta y un grupo de acciones similares son los medios por los cuales la gente empieza a “comportarse de forma diferente”, ir más allá de la teoría anarquista, y empezar a construir los elementos de una nueva sociedad.11

Desde la época de Proudhon los mutualistas han tomado un enfoque gradual a este proceso:

Una revolución social, tal como la de 1789, que la democracia de clase obrera continúa bajo nuestros ojos, es una transformación espontánea que toma lugar a través de la estructura política. Es la sustitución de un sistema por otro, un nuevo organismo reemplazante de uno que se ha trillado. Pero este cambio no ocurre en cuestión de minutos… No ocurre bajo mando de un hombre que tiene su teoría preestablecida, o bajo el dictado de un profeta. Una revolución verdaderamente orgánica es el producto de la vida universal… Es una idea que en un principio es muy rudimentaria y que germina como una semilla; es una idea que en un principio no es destacable debido a que es basada en la sabiduría popular, pero es una que… de repente crece hasta una forma inimaginable y llena el mundo en su institución.12

Compare esto a la descripción famosa de Landauer:

El estado es una condición, cierta relación entre los seres humanos, una forma de comportamiento, la destrozamos contrayendo otras relaciones, comportándonos diferentemente uno a otro… Somos el estado y continuaremos siendo el estado hasta que hayamos creado instituciones que formen una comunidad real…13

En términos concretos la clase obrera organizaba la nueva sociedad:

En parte [a través] del principio de asociación, mediante el cual sobre toda Europa se están preparando para organizar compañías de trabajadores legales para tratar con los problemas burgueses, y en parte [a través] del más general y divulgado principio del mutualismo, a través de la democracia de la clase trabajadora, haciendo hincapié en la solidaridad y en los grupos es la forma de preparar el camino a la reconstrucción político-económica de la sociedad.14

Tucker tenía su propia imagen de este proceso. De acuerdo a James J. Martin, Tucker sugirió está “acción de recuperación”:

Que a cualquier ciudad con cierto número de anarquistas comience una economía paralela dentro de la estructura que les rodea, tratando de incluir en su grupo a representativos de todos los grupos y profesiones. Aquí tal vez pudieran llevar su producción y distribución bajo el principio de costo, basando su sistema de crédito e intercambio en una banca mutua propia que emitiría una moneda no portadora de ningún interés a los miembros del grupo para la “conducción de su comercio”, y ayudando a depositar su monótonamente creciente capital en el comienzo de nuevas empresas. Tucker creía que un sistema como tal prosperaría bajo la cáscara del viejo y llamaría la atención de forma creciente y aumentaría la participación por parte de otros miembros de la población urbana, gradualmente convirtiendo toda la ciudad en “un gran nido de trabajadores anarquistas”.15

El gradualismo es frecuentemente falsamente identificado como “reformista” por los anarquistas revolucionarios. Ésta no es, en la mayoría de los casos, una apreciación correcta. De hecho, la gran distinción entre el “reformismo” y el anarquismo revolucionario es en muchas maneras artificial. El término “reformista”, en precisión extrema”, debiera aplicarse únicamente a aquellos que su objetivo final se queda corto a la hora de abolir el estado y el sistema que sostiene. En el siglo decimonoveno, había varias clases de abolicionismo que diferían en los medios a través de los cuales querían acabar con la esclavitud y en el tiempo que tardarían en lograrlo. Pero eran todos abolicionistas en el sentido de que ninguno hubiera estado satisfecho hasta que se hubiera acabado con la esclavitud. Un “reformista”, estrictamente hablando, hubiera sido alguien que hubiera pretendido alterar la esclavitud para hacerla más humana, mientras que hubiera dejado su esencia explotadora intacta.

La distinción entre la reforma y la revolución es principalmente una de énfasis. Por ejemplo, la mayoría de los marxistas están de acuerdo con Engels en que gran parte del trabajo preliminar se hará bajo el capitalismo, hasta que no sea posible mayor evolución. Únicamente en ese momento la transformación de “cantidad a calidad” tomará lugar, y la nueva sociedad surgirá del caparazón que lo constriñe. E incluso aquellos que creen en que la transición del capitalismo al socialismo pues ser ampliamente controlada pacíficamente probablemente reconozcan que cierto disrupción ocurrirá en el momento de la ruptura final.

Lo mismo ocurre con los anarquistas. Por ejemplo, Brian Dominick rechaza la tendencia de reflejar la “revolución” únicamente con el periodo de insurrección. Son al menos tan importantes, como parte del proceso total de revolución, los años previos a la insurrección final:

La creación y existencia del segundo poder marca el primer estadio de la revolución, en el cual existen dos sistemas sociales luchando por el apoyo de la gente; uno por la alianza ciega y acrítica; la segunda por la participación activa y consciente.16

Precisamente, el proceso primario de “revolución” es la construcción del tipo de sociedad que queremos aquí y ahora. La insurrección se convierte necesaria únicamente, hasta el punto en el que, la sociedad trata de parar nuestro proceso revolucionario de construcción.

A parte de la convulsión revolucionaria, la formación de un sistema de poder dual en el presente es de hecho uno de los objetivos de la estrategia de poder dual- buscamos crear una situación de poder dual construyendo una alternativa política, económica y en otras instituciones sociales, para saciar las necesidades de nuestras comunidades en una forma esencialmente autosuficiente. La independencia del capital y el estado son los objetivos principales del poder dual, al igual que los es la interdependencia entre los miembros de la comunidad. La situación de poder dual, en su estatus pre-insurreccional, es también conocida como la “infraestructura de alternativa social”.

Y, otra vez, mientras que una sociedad post-insurreccional que ha generalmente dejado atrás las contradicciones indicadas en el término “poder dual”, está el objetivo eventual de esta estrategia, la creación de una infraestructura social alternativa, que es un fin deseable en sí. Como no hay forma de predecir una insurrección es importante para nuestra propia paz interior como activistas que creemos situaciones en el presenten que reflejen los principios de nuestras visiones finales. Hemos de hacer ahora para nosotros los tipos de instituciones y relaciones, en la medida que sea posible, sobre los cuales basaremos el activismo futuro. Debiéramos liberar espacio, para nosotros y para futuras generaciones, a la sombra del sistema dominante, no sólo de los cuales construir una nueva sociedad, sino que sobre los cuales se pueda vivir más libre y pacíficamente nuestras vida hoy día.17

En otras palabras, el mutualismo significa construir el tipo de sociedad que queremos aquí y ahora, basado en los cimientos de la organización de cooperación voluntaria y apoyo mutuo- en vez de esperar a la revolución. Un personaje en The Star Fraction de Ken MacLeod da una descripción del socialismo que podría haber provenido de un mutualista:

…lo que siempre quisimos decir con socialismo no era algo que se forzara en la gente, era gente organizándose por sí misma como quisieran en cooperativas, colectividades, comunas, sindicatos… Y si el socialismo es en realidad mejor y más eficiente que el capitalismo, entonces puede competir jodidamente bien con el capitalismo. Así que decidimos, olvida toda la mierda estatista y la violencia: ¡el mejor lugar para el socialismo es lo más cercano que podrás obtener a un libre mercado!18

Rothbard solía citar con aprobación la reivindicación de Leonard Read que, si tuviera un botón mágico que eliminara instantáneamente el gobierno lo pulsaría sin dudarlo. Pero debiera ser obvio que, sin importar que uno reconozca la validez del gradualismo o no, el estado no será abolido de la noche a la mañana. E incluso si tuviéramos un botón mágico que causara que todos los oficiales, armas y edificios del estado desaparecieran, ¿en qué resultaría? Si la mayoría del público tuviera una mentalidad estatista, y si no hubiera instituciones libertarias alternativas preparadas para tomar las funciones del estado, un estado aún más autoritario llenaría rápidamente el vacío. Como argumentaba Benjamin Tucker:

Si el gobierno fuera abruptamente y completamente abolido mañana, probablemente le seguiría una serie de conflictos físicos sobre la tierra y otras muchas cosas acabando en una reacción y resurrección de una vieja tiranía.

El abogó en cambio por una abolición gradual del gobierno, “comenzando con la caída de los monopolios de la moneda y la tierra y extendiéndose de un campo a otro, …acompañado por una adquisición constante y una calmada extensión de la verdad social”, que el público estuviera al final preparado para el estadio final del reemplazamiento del gobierno por el libre contrato incluso en el área de protección policial.19

5. Pierre Joseph Proudhon. Idea general de la revolución.

6. Pierre Joseph Proudhon. Contradicciones políticas

7. Pierre Joseph Proudhon. Idea general de la revolución

8. Ídem

9. Brian A. Dominick. “Una introducción a la estrategia del poder dual” http://www.anarchistcommunitarian.net/articles/theory/bdsdp.shtml

10. Peter Staudenmeier. “Anarquismo y la cooperativa ideal” The communitarian anarchist 1:1

11. Jonathan Simcock. “Editorial para la edición actual” Total liberty 1:3 http://www.spunk.org/library/pubs/tl.sp001872.html

12. Pierre Joseph Proudhon. La capacidad política de la clase obrera.

13. Cita de Larry Gambone. For community: The communitarian anarchism of Gustav Landauer.

14. Pierre Joseph Proudhon. La capacidad política de la clase obrera.

15. James J. Martin. El hombre contra el estado: Los exponentes del anarquismo individualista en América

16. Brian A. Dominick. “Una introducción a la estrategia del poder dual”

17. Ídem

18. Ken MacLeod. The Star Fraction

19. Benjamin Tucker. “Protección y su relación con la renta”, Instead of a book

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