Sobre los alquileres

Dic 22 • Actualidad • 6642 Views • 5 comentarios en Sobre los alquileres

En el hilo sobre Ithaca salió el tema de los alquileres. William decía que siempre que exista el arriendo estaremos hablando de capitalismo y no de mutualismo, pero no encuentro motivos para suponer tal cosa. Una sociedad mutualista es aquella en la que oportunidad de lucrarse con el trabajo ajeno se han reducido al mínimo, pero ni los mutualistas clásicos ni los contemporáneos propugnan un tipo de organización en que, por decreto, los beneficios se supriman y todo se ofrezca al costo. Simplemente consideramos que el libre mercado es el medio más efectivo para acercarse a este ideal.

Proudhon, por ejemplo, expone en La capacidad política de la clase obrera dos métodos efectivos para reducir los alquileres: por un lado, la banca libre, que al reducir el interés multiplicaría la oferta de cuartos y viviendas y haría descender su precio. Por el otro, propone formar compañías de albañiles que compren terrenos y construyan y conserven nuevas viviendas, en competencia con los viejos propietarios. De esas dos formas Proudhon creía que se alcanzaría el Precio de Costo, lo mismo que Gesell. [1]

Años después, Benjamin Tucker corregiría ligeramente su postura, mantenida hasta hoy por los mutualistas:

“Sus seguidores de hoy estamos dispuestos a modificar este enunciado y admitir que la muy pequeña fracción de renta de la tierra que no descansa en el monopolio sino en la superioridad del suelo u otros factores similares (clima, ubicación geográfica, etc.) continuará existiendo por un tiempo y, quizás, por siempre, aunque tenderá siempre a un mínimo en situación de libertad. Pero la desigualdad de los suelos que da lugar a la renta económica de la tierra, así como la desigualdad en los talentos humanos que da lugar a la renta del rendimiento en el trabajo, no es una causa de preocupación seria ni siquiera para el más apasionado enemigo de la usura, pues su naturaleza no es la de una semilla de la cual otras y más graves desigualdades pueden surgir sino, más bien, la de una rama decadente que acabará por marchitarse y caer.” [2]

A esto agregaría dos cosas más.

En primer lugar, la protección de los inquilinos ante los propietarios (por ejemplo, impidiendo o retrasando su expulsión aun cuando incumplan el contrato), aparentemente ideada para proteger a los primeros, tiende a restringir la oferta de viviendas en alquiler y a aumentar su precio, ya que los propietarios se sienten jurídicamente inseguros y prefieren mantener vacías sus casas antes que alquilarlas.

En segundo lugar, el monopolio de la tierra eleva el precio del suelo, al permitir la especulación sobre bienes no nacidos del trabajo –como son las parcelas- y al restringir su oferta.

Lo importante, desde una perspectiva mutualista, es eliminar el aparato estatal de privilegios que fuerza el intercambio desigual, también en los alquileres, aumentando artificialmente la usura. Una vez hecho esto, no deberíamos preocuparnos demasiado por esas “ramas decadentes que acabarán por marchitarse y caer”, como dice Tucker.

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[1]: Véase La capacidad política de la clase obrera pp. 88 y 89 y El orden económico natural II p. 97 respectivamente.

[2]: Véase Socialismo de Estado y anarquismo.

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5 Responses to Sobre los alquileres

  1. wg dice:

    Ya sé que los mutualistas no quieren prohibir nada —es, únicamente, que consideran inmorales algunas cosas (como los arrendamientos de terrenos o casas) y les gustaría que no existieran.

    La cuestión es: ¿qué va a pasar si no prohiben o ilegalizan esos arrendamientos? Es imposible predecirlo. Yo -repito- presiento que esa comunidad se moverá espontáneamente al anarcocapitalismo y se alejará del anarcomutualismo. Que haya una «banca libre» como la de Proudhon no es ninguna garantía de que eso multiplicará la oferta de cuartos y viviendas. Primero habrá que ver cuántos terrenos disponibles hay y cuántos habitantes tiene el lugar. Segundo, muchos -sobre todo, los que quieran independizarse y trabajar por su cuenta- preferirán emplear el préstamo en adquirir bienes de capital (vgr, máquinas) y no viviendas, y seguir viviendo en un cuarto alquilado (después de todo, los bienes de capital te dan a ganar, mientras que las viviendas te generan gastos, te *quitan*). Por otra parte, tampoco es seguro que esas «compañías de albañiles» construyan para vender. Se les puede ocurrir que quizá sea mejor construir para *alquilar* (al fin que, según dices, no va a estar prohibido).

    Tus «predicciones» parecen estar hechas de buenos deseos, no de buenos argumentos.

  2. yitux dice:

    No entiendo cuál es la diferencia. Que pase lo que tenga que pasar, a la final todo lo que predecimos nosotros son solo eso, predicciones nada más.

  3. Victor L. dice:

    WG, precisamente yo tampoco creo -ni tengo especial interés- que se eliminen los alquileres, sino que el aumento de la oferta los reduzca. Y eso es bastante probable.

  4. ilatis dice:

    Hola Victor. Soy nuevo en esto y mi comprensión sobre el tema no es, digamos, amplia. Cuando dices que lo importante es eliminar el aparato estatal es cuando más perdido me siento. Cómo es eso de eliminar el aparato estatal? Cómo se elimina el aparato estatal?

    Saludos

  5. Victor L. dice:

    En este caso, me refiero a acabar con todas las restricciones sobre la vivienda. Por ejemplo, los impuestos, que son un 10% del precio; el monopolio del dinero, que restringe el crédito para construir más viviendas o el monopolio de la tierra, que la encarece.

    Si te refieres al método de eliminar el aparato estatal, pues supongo que a corto plazo la presión ciudadana, y a largo plazo la contraeconomía.

    Un saludo Ilatis! 😉

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