HAGAMOS QUE EL DINERO SEA EL SIRVIENTE DE LA HUMANIDAD

Nov 3 • Mutualismo • 3480 Views • No hay comentarios en HAGAMOS QUE EL DINERO SEA EL SIRVIENTE DE LA HUMANIDAD

Michael Wuenstel (Hatzenbuehl, Alemania)
En la historia de la humanidad ha habido intentos una y otra vez para vencer la indigencia, la miseria, la represión y la explotación. En casi todos los casos, sin embargo, se acabó solamente con los viejos dirigentes pero no con las estructuras tradicionales en todas las partes de la sociedad (y no, en último término, con las estructuras psíquicas de cada uno en persona). Así se repite lo que el escritor inglés George Orwell ha descrito en su fábula moderna «La Rebelión en la Granja»: el fin trágico de una revolución sin éxito, en que las estructuras de poder, del derecho y de la legislación seguían intactas de manera que el sistema de antes podría seguir sin cambiar.
Sólo hay pocas excepciones, en parte intencionadamente, en parte conscientemente, donde las personas consiguen deshacerse de sus apuros existenciales, por ejemplo en la alta Edad Media con su prosperidad económica y cultural. Otro ejemplo lo encontramos en las asociaciones de autoayuda que aparecieron en los años veinte y treinta de nuestro siglo en Austria y Alemania. Todas estas acciones fueron ejemplos de intentos con éxito para buscar soluciones y salidas a situaciones económicas malas y tiempos de crisis.
La crisis de hoy es una crisis mundial. Se trata de problemas mucho más difícil que los de antes: hambre y miseria en los países del tercer mundo, la demolición ambiental mundial, el endeudamiento de los países en vías de desarrollo, desempleo y creciente pobreza en los países industriales y flujos de refugiados por todas las partes del mundo.


La prosperidad inaudita de la cultura y economía durante la Edad Media
Durante los últimos 2000 años no hubo casi ningún periodo sin crisis, guerras y catástrofes. Una excepción notable y que ha pasado completamente desapercibida en los libros de historia es la Alta Edad Media. Apenas una época estuvo marcada tanto en la historia de la humanidad por una general alegría de vivir, un sentido artístico y una religiosidad profunda como ésta. Mientras que la Edad Media casi siempre se describe como tenebrosa, sombría o tétrica, la época del gótico sin embargo era un rayo de esperanza para la humanidad. Aún hoy en día podemos admirar los edificios y catedrales góticos por toda Europa. Dos de los ejemplos más importantes son sin duda la catedral de Friburgo (Freiburger Münster) y la catedral de Santiago de Compostela en Galicia. Era sorprendente la potencia económica y cultural de las ciudades de la Edad Media, que la mayoría de las veces sólo tenían menos de algunos miles de habitantes. Los edificios históricos de esa época, en contra de los de antes y de los de más tarde, que tienen decorados magníficos, sobre todo las muchas catedrales, fueron construidos raramente por príncipes ricos. Más bien tomaron parte en la obra todos los habitantes de la ciudad. No sólo los ciudadanos ricos como patricios, comerciantes y donaban dinero, sino también empresas pequeñas y gremios artesanales, cuyos miembros más bien figuraban entre las capas bajas de la sociedad. En muchas ventanas de las iglesias, como por ejemplo en Friburgo, se puede ver el escudo de armas del gremio que la ha donado.
A pesar de los rendimientos notables, la población modesta de ninguna manera vivía en pobreza. Los aprendices recibían, además de comida y alojamiento gratuito, la mayoría de las veces aún una remuneración considerable. Los príncipes intentaron restringir la paga máxima mediante leyes especiales. Había reglamentos del vestir por medio de los que se quería lograr que los aprendices usasen una ropa menos lujosa. A través de la economía floreciente, la gente podía comprar comida y ropa mejor, podía construirse casas más grandes y más cómodas y tenían dinero suficiente para equiparlas mejor y convenientemente.
En Alemán hay el refrán: «Donde hay artesanía, el suelo se convierte en oro.» (traducción libre), que a lo mejor proviene de ese época, porque durante ese periodo por todas las partes había posibilidades de trabajar y de ganar dinero. Otro proverbio alemán viejo es: «El aire de las ciudades hace libre.» Un siervo que estuviese viviendo más de un año en una ciudad sería liberado por su señor. Los ingresos crecían y mucha gente no sabía que hacer con el dinero que le sobraba.
Una bula papal prohibía cobrar intereses. En la alta Edad Media no había intereses pero por otro motivo. El sistema monetario y de propiedad tenía otra configuración. Había regulares perdidas de valor del dinero, en las cuales los monedas antiguas (que estaban echas de una fina chapa de plata, ya que no se debían conservar mucho tiempo) se recogían y se cambiaban por nuevas.
En ese proceso se retenía un impuesto de impresión del 10 al 25 % de las monedas que se traían para cambiar. Así se impedía un atesoramiento de dinero, y con ello también la insuficiencia de dinero. Este sistema fiscal era más justo que hoy en día porque tanto los ricos como los menos ricos tomaban parte dependiendo de su renta (dependiendo de sus posesiones de metálico  porque otro dinero no existía en ese tiempo) a la hora de pagar impuestos.¹
La gente que acumulaban dinero tenía que pagar un impuesto correspondiente mayor. De ese forma había siempre una cantidad de dinero suficiente para el ciclo económico, por lo que los intereses a cambió del préstamo (precio a pagar por el préstamo de dinero) no tenía cabida. El dinero, que a algunos les sobraba se donaba con fines religiosos, sociales y culturales.
La mayor parte del suelo pertenecía a las comunidades (la mayoría de las veces comunidades eclesiásticas en este tiempo), por lo que el dinero de arrendamiento acababa en las afueras de la iglesia. Todavía a principios de nuestro siglo alrededor de mil comunidades en Baviera podían sobrevivir gracias a los ingresos de sus arrendamientos. En la época gótica el reglamento sobre el dinero y el suelo aseguraba un buen funcionamiento de la economía.
Las acciones de autoayuda económica durante los años veinte y treinta de nuestro siglo
Después del desastre financiero de 1929 y la crisis de la economía mundial que le siguió, subió el numero de los parados en todo el mundo a más de treinta millones (1932 sólo en Alemania: 6 millones de parados). Entonces aparecieron en Europa diferentes intentos de superar la crisis. El «Experimento de Wörgl» en Austria despertó gran interés.
En 1932 había en la comunidad Austriaca de Wörgl, que entonces tenía 4.200 habitantes, alrededor de 400 personas sin trabajo. La comunidad tenía muchas deudas y faltaba dinero para ayudar a los más pobres. La economía empeoraba cada vez más. El alcalde de la ciudad quería ayudar a los necesitados habitantes y estudio a Karl Marx pero no encontró ninguna solución adecuada. Incluso en Pierre Joseph Proudhon no pudo encontrar ninguna indicación que le dijese que se podía hacer. Entonces cayó en sus manos el libro «El orden natural de la economía» del comerciante alemán Silvio Gesell (1863 – 1930). Aquí encontró una explicación convincente para la crisis económica y instrucciones concretas y practicables para superarla. Se decidió un «programa de autoayuda económica». La comunidad emitió una nueva clase de dinero, el llamado «confirmaciones de trabajo» (c.t.) cuyo valor se correspondía con Chelines oficiales. Con esa clase de dinero propio podía la comunidad contratar trabajadores y realizar obras públicas. Entre otras la construcción de un puente, la canalización de una parte de la ciudad y la remodelación del ayuntamiento. Los obreros eran pagados con el nuevo dinero, con el que pedían comprar en Wörgl comida vestido, etc. Así mismo podían los comerciantes pagar los impuestos a la comunidad. Así se cerraba el ciclo monetario. A través de una comisión de un 1% al mes ³ sobre el valor del dinero se aseguraba que nadie acumularse los confirmaciones de trabajo y romperse ese ciclo. Esta comisión se pagaba sobre los billetes y servía para ingresarse en un fondo de ayuda a los pobres. Al poco tiempo regresaban ya los billetes emitidos a la caja comunal. La comisión de un 1% tenía la función de garantizar el buen funcionamiento cíclico del sistema. El dinero cambiaba a menudo de propietario y siempre estaba a disposición para emprender nuevas obras o contratar nuevos trabajadores. En un año descendió el paro en Wörgl un 25% aunque el la misma época este había aumentado en Austria un 10%. El éxito de este experimento se hizo famoso incluso fuera de la frontera de Austria. La praxis confirmó la teoría de que el dinero (la sangre de la economía) que cambia poco de propietario (dinero que circular muy despacio) causa crisis económicas, paro masivo y miseria.
A pesar de o mejor a causa de su éxito fue prohibido este experimento al cabo de un año por «motivos políticos» y de poder. Habían muchos intentos del alcalde y sus colaboradores contra la prohibición. Lucharan un año sin éxito para lograr que este experimento puede sobrevivir. Si se hubiese llevando adelante se habría evitado probablemente el nacionalismo y la segunda guerra mundial.

También en Alemania hubo iniciativas parecidas. En 1929 se fundó la sociedad de WÄRA una asociación de comercio e intercambio. Su meta era facilitar el intercambio de mercancías y servicios entre sus miembros. El dinero especial de esta asociación era «bonos de intercambio WÄRA» que tenían el mismo valor que un «Reichsmark» (antiguo marco alemán o marco imperial). También esos bonos tenían una garantía de moverse muy parecido a la de Wörgl, y no era posible que fuesen acumulados sin perdidas adyacentes. A través de una comisión mensual ³ que cada propietario debía pagar por sus bonos-WÄRA, no merecía la pena acumular este «dinero» ² /estos bonos-WÄRA. Con ayuda de un crédito-WÄRA sin intereses pedía por ejemplo volver a abrirse una mina de carbón en Schwanenkirchen, un pequeño pueblo de la Baja Baviera. La mina había sido cerrada porque el carbón extranjero, como sucede hoy en día, era más barato. En plena crisis económica pedían contratarse sesenta mineros. El 90% de su trabajo se pagaba en «WÄRA». Aunque las gentes del pueblo dudaban, aceptaron en poco común medio de pago. También este experimento era en los proyectes del nacionalsocialismo como una espina que estorbaba y por eso fue prohibido. Los nazis necesitaban la crisis económica generalizada para preparar las masas para la segunda guerra mundial.
Dinero neutral: una oportunidad para un funcionamiento económico justo para los hombres y tratable para el medio ambiente
La propuesta genial de Silvio Gesell de crear «dinero oxidable» ³ y de donar al dinero los propiedades de mercantiles sólo fue entendida por algunos economistas como Irving Fisher y John Maynards Keynes. Keynes escribió: «Creo que los pensamientos de Gesell serán en el futuro más importantes que los de Marx.» Autores como Yoshito Otani, Dieter Suher, Helmut Creutz y Margrit Kennedy tradujeron las reclamaciones de Gesell a un lenguaje más moderna. Especialmente dijna de mención es la propuesta del jurista Prof. Dieter Suhr para la creación de un dinero neutral, que podría ser llevado a cabo por los bancos sin gran esfuerzo.
Dinero «neutral» en el sentido de que
–    no puede «trabajar», (¡Deje trabajar su dinero para Ud.! dicen los bancos)
–    no puede crecer exponencial en su cantidad,
–    no es combinado con intereses sino con una forma de impuestos / fiscales para el uso ³,
–    no es un medio para ingresos sin algún trabajo
–    no tiene una dinámica, una vida propia y que es incontrolable como es el dinero «normal» de hoy
–    sólo sirve como una ayuda de cambiar mercancías y servicios en el mercado.
Un dinero que como todos los medios de transporte (coches, camiones, sangre, cañerías, etc.)
–    siempre/permanentemente debía usar por razones económicos (amortización /desgaste moral)
–    está sujeto a desgaste ³ (para medios de transporte existe una amortización)
–    no se puede usar para objetos de valor, para almacenar y guardar el patrimonio, sino que sólo sirve para transportar algo (dinero posibilita el intercambio económico).
El punto último es una indicación a una contradicción del dinero de hoy. Objetos de valor normalmente no moverse, pero para un funcionamiento optimo el dinero tiene que moverse y cada billete que tengo en mí monedero, falta en el ciclo económico.
¿Cómo el dinero neutral podría funcionar?
El banco ofrece a sus miembros cuentas especiales en las cuales pondría a disposición liquidez ² contra una tasa porcentual (garantía de moverse ³ de Wörgl y de la asociación WÄRA). «Liquidez» significa: hay una cuenta con una cantidad de «dinero» ² (o, que es suficiente, un permiso a rebasar un poco/ un crédito de rebasa) con cual se puede hacer operaciones bancarias (asientos) como en un banco normal pero no es posible sacar metálica. El banco no puede prestar dinero porque no  lo tiene, por eso tiene procurar liquidez  (en forma de un crédito) en el mercado de crédito normal para este experimento. Con la tasa de liquidez el banco cubre los costes corrientes del crédito (intereses). Así en este banco el dinero sólo funcionaría como un medio de transporte de la economía y nada más.
Quien abre una cuenta de este tipo paga sólo las tasas si dispone liquidez en su cuenta. La tasa corresponde a su estado de cuenta. Si los participantes prestaran su liquidez (que no necesitan en este momento y ponen su liquidez a disposición de otras) o si siempre gastaran sus ingresos inmediatamente después de ganados, entonces no podrían pagar nada para su liquidez (teoría). Es posible, sustraerse a la tasa mensual pero necesita más actividad (prácticamente siempre queda una cantidad de liquidez en la cuenta y los estados de las cuentas no están equilibrados). Pero los participantes en un sistema como este ni pagan ningún interés en un sentido normal sino solamente las tasas de uso arriba mencionadas. A través de la tasa la liquidez ³ circularía más rápido que en la economía normal. Con una liquidez pequeña así se puede pagar un trabajo mucho más grande que en una otra manera. Los costes del crédito así se reducen considerable para los participantes del sistema.
Si los participantes prestan/ponen su liquidez a disposición de otros, estos (otros) clientes del banco alternativa tienen que pagar los costes del liquidez y tienen que devolver la cantidad que se tomaron prestado antes. La tasa garantiza un rápido movimiento de la liquidez, de tal forma que en intercambio de mercancías o productos y servicios entre los participantes es estimulado notablemente sin los normales gastos del crédito y sin altos intereses.
Otra posibilidad de evitar el sistema de intereses la ofrecen los sistemas de intercambio. El termino internacional es la abreviatura LETS (inglés).

inglés        español             alemán
let             dejar                  lassen
lets go = «let us go» ¡vámonos! Laß uns gehen!
L = local local lokal
E = exchange/employment intercambio/empleo  Tausch/Beschäftigung
T = trade comercio Handel
S = system    sistema     System

inglés  Local employment, exchange and trade system
español  Sistema local de empleo, intercambio y comercio
alemán  Lokales Tausch- und Beschäftigungssystem
Desde hace tiempo después de los intentos primeros privados y regionales no había acciones como en Wörgl digna de mención. Pero desde el año 1983 se volvería a empezar fundar sistemas de intercambio nuevos en los Estados Unidos y en Canadá.
Actualmente hay dos formas diferentes: LETS para empresas y para/entre vecinos o gente que viven en lo mismo pueblo o barrio. Muchas LETS nuevos son una mezcla de ambos desde un principio. También el LETS «döMak- Tauschring» (Sajonia-Anhalt en Alemania-Este), donde se va a empezar un experimento grande parecido como en Wörgl en 1998 con 500.000 marcos alemanes en dinero verde.
Desde hace unos 50 años existe en Suiza la sociedad económica WIR (alemán: wir; inglés: we; español: nosotros) que fue fundara para estimulo mutuo de la pequeña y mediana empresa y para su protección por las grandes empresas/multinacionales. La sociedad WIR funciona sin dinero. Ingresos y gastos de las empresas participantes son equilibrados solamente en las cuentas. Ya que no es necesario procurado ningún dinero en el mercado caro del crédito pueden ser ofrecidos los créditos dentro de los miembros de la sociedad en condiciones notablemente mejores. El tipo de interés es solamente de 1,75 %. En Alemania y en otros países europeos existen las organizaciones Barter (Barter-Clubs) para empresas que también ofrecen a las empresas un intercambio económico sin dinero normal y sin intereses en el sentido tradicional. 30 % de mercado mundial se realiza a través de negocios de intercambio. Especialmente para los países en desarrollo el mercado de intercambio ofrece una oportunidad de escapar a la problemática de las deudas y de la pensión de los intereses.
Hay bastantes modelos comprobados/experimentados de sistemas de pago sin intereses. Desgraciadamente han encontrado hasta ahora poca atención pública. Los instituciones de dinero alternativas como el «Ökobank» (ecobanco/Frankfurt/M./Alemania) y otros deberían abordar el tema. Sus clientes deberían pedir las cuentas especiales.
Las instituciones von Bodelschwingh en Bethel (Bavaria) o la Republica de los muchachos en Bemposta/Galicia emiten desde hace tiempo su propio dinero. A través de él se estimulan las propias instituciones y los gastos de capital pueden ser ahorrados. También otros organizaciones deberían estudiar y aceptar esta idea. Los grupos de autoayuda económica pueden emitir sus propios billetes de intercambio. Por ejemplo podrían asociarse agricultores biológicos, tiendas de productos naturales, almacenes, y empresas más pequeñas y establecer un sistema de pago sin intereses son cuentas, documentos de page especiales, formas de pago nuevos. De esta manera las empresas se estimularían mutuamente. Este principio también se podría extender despacio, también al comercio del tercer mundo. Nada es tan perjudicial como la ayuda al desarrollo de una forma única. La ayuda al desarrollo actual a menudo impide un desarrollo propio de los países en vías de desarrollo. El lema del futuro debería decir: Ayuda a la ayuda mutua o ayuda para la autonomía. Para crear una nueva conciencia debería empezar cada uno consigo mismo a pequeños pasos. La manera más fácil y divertido sería a través del juego. Como sería, jugar «Monopoly» y poner las condiciones de juego sobre la mesa. La meta no debe ser sacar a los otros jugadores fuera del campo sino estimularse y apoyarse mutuamente. Para ello todas las posesiones (dinero, calles, excepto las casas deben ser subordinadas a una tasa de uso. Al que le toca en «suerte» tiene que entregar el uno 1% de su posesión a la caja. Por el dinero prestado tiene que pagar al impuesto aquel que en este momento tenga el dinero en la mano. El que presta su dinero no tiene que pagar por ello ningún impuesto. Las otras condiciones del juego permanecen iguales.
¡Qué diferente forma de comportamiento la de los jugadores! Si hasta ahora la meta era amontonar la mayor cantidad posible de dinero y bienes, ahora cada uno reflexionaría cuanto dinero necesita realmente. Cuando más posea tanto más impuestos tiene que pagar. Lo que él/ella posea, en demasía, lo prestaría encantado para escapar al porcentaje de impuestos ³, sin intereses se entiende.
¡El dinero ya no es el señor sino el servidor del hombre!
Marzo 1995
¹) Hoy en día sucede esto viceversa: Aunque por un lado existen impuestos diferentes sobre el patrimonio en muchos países (p.e. el impuesto sobre sucesiones o ingresos), sin embargo, hay por otra parte miles trucos fiscales para escapárselos. Los más ricos pueden permitirse el lujo de un asesor fiscal para librarse de un gran parte de los fiscales/impuestos. En Alemania hay millonarios, que pagan no más de mil marcos alemanes de impuestos al año. Ese llamada «salvaguardia de posesiones», se respaldan de los «paraísos fiscales» (¿Quién se ha arreglado? – Suiza, Ile of Man etc.) y sí esto no es suficiente se puede sustraerse a los fiscales (a menudo sólo a la desaceleración del crecimiento de los estados de las cuentas) a través de la especulación del suelo, que al lado del dinero es un peor ejemplo más, donde los ricos (una minoría) se enriquece con los pobres o con el trabajo de la gente que trabajan (la mayoría).
² Antes sólo existía dinero como metálica (más tarde también billetes). Hoy en día «dinero» a menudo es una cifra en un ordenador. Este dinero no es dinero en el sentido convencional y hay diferecias enormes entre los cantidades de estos dos formas de dinero. Para distinguir estas dos formas de dinero, que es muy importante para entender el funcionamiento del dinero, en este texto, usamos la palabra dinero para metálica o billetes y liquidez para una cantidad de dinero en una cuenta.
³ todos estos denominaciones tienen la misma significación

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