Estrategia mutualista (II)

Jul 16 • Mutualismo • 11044 Views • 11 comentarios en Estrategia mutualista (II)

pericles

Es muy común que los anarquistas presenten su ideología como una ruptura radical con el orden presente, en forma similar a Bakunin en su conocido aforismo: “la pasión por la destrucción es una pasión creadora”. La continua apelación a una “sociedad nueva” sigue la misma idea. Sin embargo, las proclamas que presentan el anarquismo como un salto, y oponen totalmente ambas sociedades -la actual y la “futura”- no contribuyen a reducir la distancia entre ambas (recordemos la definición de estrategia de Igor Ansoff del post anterior), y tienen más relación con una necesidad estética de los propios activistas que con el interés de la anarquía o el mutualismo en sí mismo.

La estética de desafío es atractiva, pero la oposición continua entre “presente” y “futuro” o entre “capitalismo” y “anarquía” tiende a aumentar los interrogantes respecto a esa futura sociedad, y sobre todo, genera incertidumbre entre la gente común, que sí ve cosas aprovechables en el mundo donde vive y no está dispuesta a convertirlo todo en cenizas. La propaganda anarquista parece diseñada especialmente para gente muy desesperada, irreflexiva y sin aversión a los riesgos (es decir, adolescentes punk altamente emocionales), en lugar de dirigirse hacia personas que, con sus problemas, también tienen una vida asentada alrededor de una familia, amigos y empleo –aunque este último se haga cada vez más difícil.

Otra versión no menos dañina es la propaganda meramente deductiva, pero que no logra superar la dicotomía “presente”/”futuro” ni estrechar su distancia: por ejemplo, aquella que se dedica a construir una sociedad ideal al estilo de los socialistas utópicos, pero desdeña toda solución a corto plazo porque considera que es necesaria esa “pasión por la destrucción” que permita edificar desde 0. Nuevamente, ni reduce los riesgos ni la incertidumbre: el coste principal que inhibe a los individuos de adherirse al anarquismo. El ama de casa lo despachará con un portazo.

Por el contrario, la mejor estrategia de propaganda es la analogía, por encima del argumento deductivo y el desafío estético: siempre existen ejemplos relativamente extendidos de lo que consideramos deseable para un futuro a medio-largo plazo. Como dice William Gibson, “el futuro ya ha sucedido, lo único es que está desigualmente distribuido”; luego somos nosotros quienes debemos recomponer los pedazos de futuro  hoy para mostrar la sociedad del mañana. La sociedad libre debe ser una extensión natural de la actual, nunca una ruptura brusca: ese es el único modo de reducir la aversión al riesgo y la incertidumbre de la mayoría de la gente y, al mismo tiempo, de presentar una alternativa seria. Cuando una meta parece la “evolución natural” los individuos tenderán hacia ella por pura inercia.
Quizá alguno podrá objetar que es imposible plantear nuestra propuesta de esa forma, cuando realmente es totalmente diferente al panorama actual. Bien, veamos algunos ejemplos.

En mi opinión, el paradigma de la estrategia por analogía o de la “evolución natural” es la teoría de la concentración empresarial marxista. A principios del siglo XX, el surgimiento de las grandes fábricas, así como la separación definitiva entre propiedad y control, parecía preludiar el socialismo estatal. El optimismo de los ideólogos marxistas era patente a través de los escritos de Kautsky o Lenin.
Y su teoría tenía un punto muy fuerte: el desarrollo del capitalismo estaba conduciendo de forma “natural” al socialismo, de forma que sus condiciones esenciales ya estaban dadas y podían ser mostradas al gran público: un pequeño número de grandes fábricas centralizadas y unos gerentes sin la propiedad de las mismas. La distinción entre capitalismo y socialismo estatal parecía superflua; solo era necesario que los gerentes corporativos trabajasen para el Estado.
La propaganda marxista se esforzó en destacar este hecho, y millones de personas se batieron por esas ideas hasta el auge de los fascismos.

Otro ejemplo de esta estrategia lo constituye el énfasis de Kropotkin en el apoyo mutuo, que culminó en su obra El apoyo mutuo: un factor de la evolución.
El comunismo libertario parecía una propuesta disparatada al común de los mortales de finales del siglo XIX y, de hecho, hasta antinatural (piénsese en los darvinistas sociales como Huxley). ¿La respuesta de Kropotkin? enfatizar la naturalidad de la fraternidad y el apoyo mutuo, mostrando multitud de ejemplos extraídos de la naturaleza y de la historia humana, hasta el punto de concluir que esos impulsos eran todavía más fuertes que la lucha por la vida. Independientemente de que su matización evolutiva llevase necesariamente al comunismo libertario (en mi opinión, no es así), su utilización por la propaganda anarcocomunista fue satisfactoria.

Por último, encontramos un ejemplo brillante en los anarcoindividualistas del siglo XIX, especialmente entre Spooner, Swartz y Tandy (el libro What Is Mutualism? del segundo constituye un buen ejemplo). No existían precedentes de seguridad y justicia a gran escala provistas por instituciones privadas, y a pesar de ello, idearon un modo de presentar tal situación como lógica y normal: los seguros, que ya funcionaban en muchos ámbitos, podrían encargarse de asegurar la vida y la propiedad de los asegurados, sometiéndose a tribunales privados en caso de litigio, como también sucedía en muchos casos.
Un caso actualizado de lo mismo lo encontramos en The Enterprise of Law, de Bruce Benson, donde introduce la posibilidad de la seguridad y la justicia privadas mostrando lo generalizadas que ya están en los Estados Unidos.
Debería sernos fácil extrapolar el caso de los actuales seguros de coche, que litigan pacíficamente con otras compañías en caso de siniestro –y en ocasiones se someten a mediadores o tribunales privados-, con la ley policéntrica anarquista.

Desde una perspectiva mutualista, podemos recomponer nuestra sociedad futura a base de pedazos de seguros privados y mediadores; redes de pequeños propietarios o cooperativas como MARVV y Bolonia; o bancos mutualistas como JAK. Dispersos por el mundo son estériles, pero concentrados por la propaganda son una imagen muy potente de nuestro programa.

Como diría Gibson: el mutualismo ya ha sucedido, lo que sucede es que está desigualmente distribuido.

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11 Responses to Estrategia mutualista (II)

  1. raskolhnikov dice:

    Muy buen post, me ha gustado, es más, lo voy a recomendar por ahí…jejeje.

    Por cierto esta frase seguro que alguno te lo malinterpreta:

    «adolescentes punk altamente emocionales»

    ¡Salud!

  2. vicktor no olvides de cientos de ejemplos de monedas diferentes que han habido y hay actualmente 😉 que funcionan y destruyen el monopolio y el poder del kapital

    saludos cordiales

  3. kasen dice:

    Porque pensais que la seguridad privada es mejor que la seguridad publica?Como justificar que los soldados de Blackwater sean más sadicos con la poblacion civil que los soldados del ejercito norteamericano?? La empresa privada Blackwater mato y torturo miles de civiles en cuanto les salia más rentable economicamente (disminuye el riesgo, acabas antes, etc)… el jercito nortemamericano se escedio con la poblacion civil? pero no tanto como las fuerzas militares privadas.

  4. sol dice:

    Desde luego quien no se consuela es porque no quiere. Oye Victor, ¿esa estrategia la inventaste tú o tiene ya más de un siglo?

    Cuando los sindicalistas del siglo XIX, Pelloutier, Pouget, Lorenzo y compañía, definieron la acción directa como la que prefigura la sociedad futura en la sociedad presente, y cuando los anarquistas de diversas tendencias hablan de la propaganda por el hecho como aquello que realizado en el momento actual marca las pautas de realización de la sociedad futura, están hablando de una táctica y de una estrategia que pretende llevar a cabo el mundo librtario en el ahora, que es la reivindicación básica del anarquismo y lo que le distingue de otras teorías proféticas, como marxistas y liberales.

    Como siempre, tomas la parte por el todo, aceptas la caricatura que han hecho de los anarquistas sus enemigos, como individuos alejados de la realidad y sedientos de destrucción, y nos descubres la estrategia correcta: crear empresas mutualizadas.

    Para información de la selecta audiencia, en Barcelona hay más de sesenta cooperativas formadas por libertarios, que abarcan sectores tan dispares como librerías, distribuidoras, cafeterías¡, construcción, otros servicios, que solventan la vida de los compañeros… Es una pena que sean experiencias mínimas, que no haya más, por supuesto, que no estén coordinadas y mayor pena aún que no sean mutualistas, sino fundadas por esos comunistas libertarios, anarcosindicalistas y demás fauna ignorante que desconocen incluso que existan tus sólidas teorías, tal vez descubiertas y llevadas a cabo desde hace siglos.

  5. Victor L. dice:

    @ Raskolhnikov:

    Gracias!

    @ Marco Arrieta:

    Tienes razón en que las monedas complementarias también son ejemplo posible, aunque más de los gesellianos que del mutualismo como un todo.

    @ Kasen:

    Blackwater es una empresa «privada» al servicio del Estado o, en otras palabras, un servicio estatal subcontratado: sus gastos siguen siendo externalizados en el contribuyente del mismo modo que si sus dirigentes fuesen funcionarios.

    La seguridad privada genuina tiene que sufragar sus propios costes, lo que deviene en una menor predisposición a la guerra y una mayor predisposición a someterse a mediación o arbitrio.

    Me viene a la cabeza la proclama de los left-libertarians americanos: «los sindicatos voluntarios son instituciones del libre mercado mientras Blackwater no lo es». No hay Blackwater sin Estado.

    @ Sol:

    No he caricaturizado a los anarcocomunistas: ni siquiera los mencioné como tales, ni generalicé, sencillamente me baso en mi experiencia personal y en la de muchas otras personas que me corroboran. Eso no niega que haya gente respetable que haga bien su trabajo como los cooperativistas catalanes que mencionas.

    Tampoco me atribuyo ninguna originalidad, solo ordeno algunos pensamientos.

    Y por último, no he propuesto crear empresas mutualizadas. Este post trataba únicamente de la estrategia de propaganda. 😉

  6. sol dice:

    Tu experiencia en lo que a anarquistas se refiere, es una mera caricatura de lo que es el anarquismo. Mi experiencia es muy diferente, y se basa en la actividad de personas muy serias y pragmáticas, que llevan a cabo sus proyectos. Decir que la propaganda anarquista:

    «parece diseñada especialmente para gente muy desesperada, irreflexiva y sin aversión a los riesgos (es decir, adolescentes punk altamente emocionales)»

    no es más que seguir erre que erre en la difusión de tus tópicazos sobre el anarquismo, con tendencias dices que dirigidas al robo universal, a la violencia, a la coacción por parte de individuos muy ignorantes. Cuando sueltas que «es muy común que los anarquistas presenten su ideología como una ruptura radical con el orden presente… Sin embargo, las proclamas que presentan el anarquismo como un salto, no contribuyen a reducir la distancia entre ambas y tienen más relación con una necesidad estética de los propios activistas que con el interés de la anarquía y bla bla bla», sería muy beneficioso que presentases los trabajos teóricos que fundamentan esa afirmación tuya.

  7. ¿por que, abolir el monopolio del dinero no es mutualismo? los gesellianos somos mas amplios no solo abolir el monopolio de la emision si no tambien el monopolio del tipo del dinero 😉

    saludos cordiales

  8. sol dice:

    Y antes de que alguien me diga que demuestre que el anarquismo no lo componen adolescentes punkis desesperados y tal vez alcoholizados, invito a que echéis un vistazo a los números del periódico CNT, o del Rojo y Negro de la CGT´(para tener pluralidad), y que alguien me subraye en amarillo dónde está esa propaganda que quiere reducir el mundo a cenizas. Ahí os dejo la voz de Durruti, para que escuchéis algo de propaganda anarquista del 36.

    http://www.youtube.com/watch?v=vaih7UNURfE&feature=related

  9. Fabrixio dice:

    Sol… la idealización del fracaso y la austeridad también es parte del origen de la decadencia del anarquismo colectivista. Son tan autosuficientes en su historia, tan puros, tan heróicos, tan tan … sublimes! que no hay nada que arreglar desde hace 90 años, a lo mucho congresos tediosos donde se corrige la sintaxis de antiguas y caducas consignas.

    Ahora eso tiene sentido si lo que se desea es tener islas donde vivir tu estilo de vida (cosa que muchos anarco-«ultrarevolucionarios» critican, yo no)… pero entonces, no quiere decir acaso que los más inteligentes del anarcosindicalismo -por dar un ejemplo- en la práctica entienden que sus tesis revolucionaristas-sindicatocéntricas son mera consigna y mejor hay que ponerse a hacer otra cosa.

    Sobre los de la atracción al anarquismo a personal decadente, outsiders de lo peor no es una caricutura hecha por lo enemigos del anarquismo ni por los anarquistas de mercado y por losanarquistas de derecha… porque que yo recuerde quién abiertamente condenó el «lifestylism» de parásitos decadentes que se auto-excusan en ser «anti-sistema» «anti-consumistas» pero que consumen harta … fue Murray Bookchin y los anarquistas verdes de la ecología social y el municialismo libertario, de la revista Social Anarchism y del Instituto para la Ecología Social.

    Así que no me convence eso de que exponer las cosas que más profundamente dañan la imagen del anarquismo -en general- sea adoptar «las mentiras de los enemigos de la anarquía»… hay que cosas que dichas de la boca de quien sea no dejan de ser verdad

  10. kasen dice:

    a Victor L. :
    me dices: «La seguridad privada genuina tiene que sufragar sus propios costes, lo que deviene en una menor predisposición a la guerra y una mayor predisposición a someterse a mediación o arbitrio» No creo k lo k se cree con ese tipo de seguridad sea menos guerra, si no que optaran por el por la guerra si les sale mas rentable o por la paz si en otro caso lo es mas, es decir k miran por el dinero no por la seguridad de la gente. Por lo tanto la solucion yo creo k es seguridad privada, en el sentido k no depende del estado, pero k sea voluntaria y dependa de comunidades de vecinos, y k se mantengan asalariados, xk si miran x el beneficio economico lo k haran sera buscar lo mas rentable y el objetivo k deben buscar es procurar seguridad.
    salud!

  11. Victor L. dice:

    @ Kasen:

    Creo que estamos diciendo lo mismo. Lo que tú propones es una mutualidad de vecinos que tenga sus propios empleados, ¿verdad?

    En ese caso también tienen que cuidar los costes para ofrecer un servicio a sus socios lo más barato posible y, en consecuencia, evitar las guerras.

    Un saludo

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